2019, ENTRE LOS PEORES AÑOS PARA LA AGRICULTURA Y GANADERÍA FAMILIAR

Excepto por el marcado orgullo rural del que agricultores y ganaderos hacen gala cada vez más, el año que está a punto de finalizar se ha mostrado como uno de los peores años para la agricultura y ganadería familiar en España, y todo apunta a un 2020 reivindicativo, con movilizaciones generalizadas.

Y es que, según la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), la parálisis política que se está viviendo tanto en España —múltiples procesos electorales, falta de acuerdo para formar Gobierno…— como en Europa, debido al interminable Brexit, han perjudicado considerablemente al sector, bloqueando la puesta en marcha una serie de reformas necesarias y urgentes para el sector.

Como una de las pocas notas positivas en este 2019 UPA señala el “empoderamiento” de los agricultores y ganaderos que “hacen gala cada vez más de un marcado orgullo rural”. Un valor imprescindible, a su juicio, “para no resignarse y seguir luchando por su futuro”. Las reivindicaciones de la España vaciada, en las que los agricultores y ganaderos tienen un papel protagonista, se han escuchado en el último año con especial fuerza, y la organización agraria ya ha anunciado que volverá a liderar en este 2020, un año que se prevé “caliente”, con movilizaciones generalizadas en toda España y para todos los sectores.

La agricultura y ganadería familiar en 2019

Por ello, a pocos días de finalizar este “año terrible”, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha querido hacer un balance de la situación:

Los efectos del bloqueo político. La ausencia de unos nuevos presupuestos que contemplen la situación actual de temas tan importantes como la lucha contra el cambio climático, los seguros agrarios o la sanidad vegetal han hecho que este 2019 se haya caracterizado por una falta clara de reformas legislativas, que permitan limitar los problemas más destacados, con la excepción de los avances en materia de la reforma de la PAC o la trasposición de normativas europeas.

La falta de precios justos, un problema endémico en España. Según UPA, “acabaríamos antes enumerando los sectores que este año no han tenido problemas de precios que identificando los que los han tenido”. La organización explica que, aunque con la aprobación de la Ley de la Cadena Alimentaria se dio un gran paso en mejorar los desequilibrios, esta legislación no es suficiente para reequilibrar la gran diferencia de capacidad de negociación que tienen los diferentes eslabones.

Conocer el origen de los alimentos. Durante el año 2019 UPA ha exigido un etiquetado obligatorio para identificar el origen de los productos de alimentación, reivindicación que “se ha visto frenada por la falta de un Gobierno efectivo con capacidad para llevar a cabo las reformas necesarias en la Ley de la cadena”.

Acuerdos que nos perjudican y más barreras comerciales. Las barreras comerciales impuestas por Gobiernos de todo el mundo para proteger sus mercados están cerrando oportunidades para exportar los productos agrícolas producidos aquí. Además, el año ha estado marcado por las importaciones masivas de cítricos como consecuencia de las ventajas otorgadas a Sudáfrica por la UE, provocando una gran crisis en el sector productor español.

La situación meteorológica. 2019 ha sido un año muy complicado meteorológicamente, que ha afectado a producciones como los cereales, los pastos el olivar de secano, el viñedo, la miel y polen…

Despoblación del medio rural. Un problema que actualmente es uno de los más graves en España, con hasta un 13 % del territorio calificado como desierto demográfico (con una densidad de población inferior a 8 habitantes por km2), pero con numerosas comarcas rurales inmersas también en una tendencia acelerada de despoblamiento.

 

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