Un digital caribeño ha usado el nombre de Abinader como reclamo para captar la asistencia de autoridades latinoamericanas a la entrega de unos premios que dicho medio llevó a cabo en Fitur. El Presidente de RD en ningún momento confirmó su asistencia a la actividad del opaco medio informativo.
La estrategia es pretérita pero sigue vigente. El promotor vende que al evento asiste un presidente o una celebridad, aunque estos no la hayan confirmado, y el gancho surte efecto: a él acuden premiados y asistentes confiados en la presencia de una gran autoridad.
Sucedió en Fitur y en el pecado llevan la penitencia los ministros latinoamericanos y cuatro infelices más que creyeron al pícaro de turno y se personaron eufóricos en un acto tan menor como intrascendente.
La picaresca encuentra su caldo de cultivo en la feria de turismo de Madrid, tanto en Ifema como fuera de sus instalaciones, y algunos siguen cayendo como pardillos. Trileros y lazarillos de todo tipo y condición que se aprovechan de los egos de los políticos y empresarios.
No solo el opaco convocante del digital caribeño medra en Fitur, pues sin ir más lejos este año un artista que se hace pasar por gran asesor financiero utilizó una táctica parecida para engatusar a varios inversores del turismo: les confirmó sin ser cierto que todos habían aceptado una premiación.
A los pícaros les sale a menudo el tiro por la culata— ni Abinader fue a la actividad del digital ni la mayoría de los inversores acudieron al evento del financiero— pero son inasequibles al desaliento y el año que viene volverán a intentarlo.
Entre estos pillos no se puede encuadrar al dirigente de la OMT. Algunos observadores de RD piensan que si, que ZP se excede de sus funciones volcándose única y exclusivamente con nuestro país en detrimento de otras naciones eminentemente turísticas. La presunción de inocencia le asiste.