Un tribunal de Nueva Delhi aplazó este viernes el ahorcamiento, previsto para este sábado, de los cuatro condenados por la tortura y violación en grupo de una joven en 2012, un caso que conmocionó a la India e hizo endurecer la legislación contra las agresiones sexuales.
Tras la vista judicial, el abogado de los condenados, A.P. Singh, explicó ante los medios que “el ahorcamiento ha sido suspendido indefinidamente, no se ha dado nueva fecha para la ejecución. La orden ha sido recibida por las autoridades de la cárcel (donde iban a ser ahorcados)”.
“Los cuatro condenados no serán colgados hasta nueva orden”, agregó.
El juez Dharmender Rana tomó la decisión porque los condenados no han agotado aún todos los recursos legales para evitar la ejecución y está pendiente de resolverse una petición de clemencia elevada al presidente indio, Ram Nath Kovind, por parte de uno de ellos, Vinay Sharma.
También se dirigió a los medios la abogada de la familia de la víctima, Seema Kushwaha, quien lamentó la decisión judicial y criticó al tribunal.
“Sus peticiones de clemencia han sido escuchadas tres o cuatro veces, se les ha dado tiempo, entonces no puedo entender por qué se ha pospuesto”, dijo y señaló que, “si la petición de Vinay Sharma está pendiente, su ejecución podría haberse suspendido, pero las otras tres podrían haber sido ejecutadas”.
“Nuestra lucha continuará, la orden ha sido pospuesta, no desestimada”, sentenció.
“Quiero decir al Gobierno, al tribunal y al poder judicial que, debido a deficiencias en el sistema legal, hoy el abogado de los condenados me desafió en el tribunal y dijo que la ejecución nunca se llevará a cabo”, lamentó a los periodistas la madre de la víctima, Asha Devi, visiblemente emocionada.
Se trata de la segunda ocasión que se aplaza la ejecución, prevista en un primer momento para el pasado 22 de enero y retrasada a este sábado después de que uno de los convictos, Mukesh Singh, solicitara la clemencia presidencial tras agotar todas las vías posibles, que le fue rechazada.
Los también condenados Akshay Singh y Pawan Gupta aún tienen la posibilidad de solicitar el perdón presidencial, lo que hasta ahora no han hecho.
La violación la cometieron en diciembre de 2012 junto con Ran Singh, considerado el cabecilla del grupo y que se suicidó en la cárcel en 2013, y un menor de edad que cumplió tres años de reclusión en un reformatorio.
La víctima, de 23 años, falleció días después en un hospital de Singapur y su caso, conocido como Nirbhaya (sin miedo, en hindi), desató una ola de indignación sin precedentes en el país asiático, que por ello endureció su legislación contra las agresiones sexuales.