No se observa una ofensiva unificada ni organizada desde el PLD ni la FP, principales partidos de oposición
Uno de los estigmas que cargó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y luego el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en los 16 años que estuvieron fuera del poder fue la idea que se instaló en la opinión pública de que “aquí no hay oposición”. El discurso se reforzó por el accionar de algunos de sus principales líderes, como Miguel Vargas e Hipólito Mejía, de hacer acuerdos por cuotas de poder con el entonces gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
¿Y ahora hay oposición? La tradicional tregua de 100 días que se otorga a los nuevos gobiernos concluyó el 23 de noviembre, y ya los partidos que no están en el gobierno pueden enfilar sus cañones en torno a la gestión de Luis Abinader, pero hasta ahora eso no ha ocurrido.
En el PLD no se observa una línea crítica contundente en torno a el gobierno y esa organización además tiene un problema de credibilidad y mala imagen que le dificultan desempeñar esa función, especialmente porque el principal líder, el expresidente Danilo Medina, está afectado por el sometimiento y acusaciones de corrupción de varios de sus familiares más cercanos.
Tras la salida del gobierno, el expresidente Medina instruyó a los dirigentes a que hagan oposición radical especialmente desde el Congreso, sin embargo, eso no ha pasado de las palabras a los hechos. Desde la opinión pública hay sectores que cuestionan el ritmo que lleva la relación PLD-gobierno al observar lentitud en el sometimiento de los casos de corrupción. Es el caso de Enmanuel Esquea Guerrero, que cuestiona el accionar del Ministerio Público en los sometimientos de posibles casos de corrupción. “Lo peor que puede pasar a un cocinero es que se le queme la carne.
Parece que el Ministerio Público no sabe eso. El plazo moral es aquel durante el cual se debe hacer o ejecutar una acción. El Código Procesal Penal establece plazos que son bastante largos. Los plazos del pueblo son más cortos”, escribió en Twitter.
En tanto, el dirigente de la Fuerza Nacional Progresista, Vinicio Castillo (Vinicito), no centra los cuestionamientos por la lentitud de los casos en el Ministerio Público, sino en los funcionarios del nuevo gobierno al cuestionarle por acontecer hecho denuncias de corrupción sobre lo que encontraron en las instituciones y presentarlo ante la justicia.
Sobre el papel del PLD, el politólogo Engels Villanueva consideró que el PLD tiene ventajas como la experiencia de Estado y el amplio apoyo mediático para hacer oposición, sin embargo, dijo que tendría que emplearse a fondo para recuperar la confianza de amplios sectores de la ciudadanía.
“Sobre todo por el lastre de los casos de corrupción en los cuales se encuentran encartados exfuncionarios y los que pudieran incluirse en estos procesos penales- han de ser más precisos en legitimar esa labor opositora. Recordemos que en la última encuesta Gallup, apenas el 6.2% consideraba al expresidente Danilo Medina, quien se perfila como el próximo presidente de esa organización política, como el líder que encabeza la oposición”, observó.
El otro partido, Fuerza del Pueblo (FP) que encabeza el expresidente Leonel Fernández, es la fuerza política emergente de las pasadas elecciones, pero en ese proceso electoral hizo acuerdos con el hoy gobernante PRM y el entendimiento al parecer continúa pues varias figuras vinculadas al exgobernante y su partido han sido designadas por Abinader.
La organización ha mantenido un discurso armonioso y poco crítico en torno a el gobierno, incluso, Fernández ha afirmado que este no es un momento de hacer oposición debido a la crisis sanitaria, sino que es un momento de unidad del país para salir adelante. Incluso, recientemente propuso un pacto social para que el país enfrente la crisis que le afecta.
Sin embargo, un acontecimiento político de la pasada semana podría romper la relación armoniosa que hasta ahora ha tenido con el PRM. En ese partido cobra cada vez más fuerza la creencia de que la decisión de la Junta Central Electoral que despoja esa organización de la condición de partido mayoritario estuvo influenciada por el gobierno del PRM a juzgar por las declaraciones que han emitido algunos dirigentes de la organización como Roberto Rosario. “El PRM está jugando sus cartas y desde ya escogió al PLD como su contendor para el 2024 porque sabe que es más débil y le temen al crecimiento que está teniendo la Fuerza del Pueblo”, comentó.
El senador Dionis Sánchez, vocero de la bancada de senadores de la FP, acusó al presidente del Senado, Eduardo Estrella, de influir en los miembros de la JCE para la decisión debido a que el partido Dominicanos por el Cambio recibiría diez millones de pesos más con el criterio que aplicó la JCE. “Es bueno a veces coger piedra para los más pequeños, porque de beneficiarse se va a beneficiar más al PRM que va a recibir más del doble porque quedan dos partidos mayoritarios”, respondió a la incriminación de Sánchez.
El politólogo Villanueva sostuvo que igual que el PLD los dirigentes de la FP son políticos experimentados y que el reto de ese apartido es apartarse totalmente de la alianza que hizo con el PRM en algunos lugares las pasadas elecciones.
“Lo irónico es que mientras a nivel presidencial es un partido que obtuvo el 5.69% en las elecciones pasadas, el 33.7% de los encuestados de la última Gallup consideraba a Leonel Fernández como el principal líder de oposición”, sostuvo. Agregó que no cree que haya una “alianza estratégica” entre Abinader y Fernández sino que coinciden en el enemigo común que es el PLD.