Crecimiento económico es uno de los “colchones” que frena los movimientos sociales en el país

En República Dominicana priman elementos de desigualdad similares a las naciones de Suramérica que se encuentran inmersas en revueltas sociales. Sin embargo, el país cuenta con unos “colchones” que impiden que se generen movimientos sociales similares a los registrados recientemente en esos Estados.

A esta conclusión llegaron los académicos Rosario Espinal, Pedro Silverio, José Luis De Ramón e Iván Gatón, durante la jornada de análisis “Los movimientos sociales en América del Sur: interpretaciones e implicaciones para República Dominicana”, organizada por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) y Seguros Reservas.

Silverio resaltó que, aunque en el país existen causales similares a las de Chile, prima la paz social. Asimismo, Espinal dijo que esto se debe a que la ciudadanía tiende a olvidar lo sucedido y a que existen “colchones” que impiden que se generen movimientos sociales similares a los suramericanos.

“República Dominicana, a diferencia de los países suramericanos, ha estado creciendo, a pesar de la desigualdad. Hay un altísimo nivel de compactación con los sectores de poder, es un país migratorio, el flujo de remesas recibido va directo a completar los presupuestos familiares, existe un sistema de incorporación clientelar y un alto nivel de identificación partidaria. Este país está lleno de pólvora, pero no aparece cómo encenderla y, cuando hay protestas, tienden a ser pacíficas”, resaltó Espinal.

En tanto, De Ramón dijo que el país no es lo suficientemente rico para que el tema de la desigualdad se haya puesto como un factor motivante de estrés y se den esas expulsiones y, además, observó, que tiene muchas válvulas de escapes, entre las que citó el clientelismo y el crecimiento.

“No creo que vayamos a tener esos problemas porque tenemos muchas formas de quitar presión. Sin embargo, sin crecimiento, sin una economía de mercado que funcione, sin una democracia que genere riqueza no se puede echar para adelante”, ponderó de Ramón.

En la actividad, el pasado director de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Martín Hopenhayn, resaltó que la impunidad, seguridad segregada, abusos de poder y desigualdad en los sistemas de salud, educativo y de pensiones fueron los disparadores que provocaron las revueltas sociales en Chile.

El filósofo chileno y experto en Políticas Sociales enfatizó que los movimientos sociales que se produjeron no fueron una revolución, pero cambian las cosas de lugar.

“Los movimientos no son sólo antineoliberales, sino también anti Estado, antimercado, y en gran medida antipolítica. Pertenecen a una generación que perdió el miedo y rebasa su perfil generacional (juvenil) y de clase social, se vuelve transversal”, indicó Hopenhayn.

En su discurso de apertura, Rolando Guzmán, rector del Intec, resaltó que el propósito de esta jornada de reflexión es abrir un espacio para pensar las implicaciones para la realidad dominicana, partiendo del sano principio de que al ver la barba del vecino arder, es bueno poner la propia en remojo.

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