El 2020 proyecta cerrar como el año con el más alto indicador de deuda pública, acordándose al 50 por ciento del producto interno bruto (PIB), nivel que sería alcanzado por una combinación de factores: aumento de deuda y baja del crecimiento.
Hasta el 20 de abril pasado, la fecha más reciente de cálculos de la razón deuda pública/PIB, el indicador era de un 41.9 por ciento.
Pero después de esa fecha, el país ha hecho o ejecutado acciones de deuda pública, externa e interna, que rondan los US$2,000 millones, con lo que le estaría agregando unos tres puntos porcentuales al indicador, acercándolo a un 45 por ciento. El aumento esperado este año 2020 en el índice deuda pública/PIB se daría en forma directa por un aumento de la deuda pública, como opción del Gobierno ante los efectos adversos del COVID-19 en las principales fuentes de ingresos de divisas del país (turismo, remesas, exportaciones, zonas francas e inversión extranjera directa) cuyos descensos producirán un aumento en el déficit de la balanza de pagos.
Y en forma indirecta habrá un incremento desfavorable de la relación deuda con respecto a la base productiva por el descenso o estancamiento de la actividad económica que se reflejará este año por el cierre de las principales actividades económicas por al menos dos meses. Una combinación de aumento de la deuda con una baja de la economía produce el doble efecto de acelerar el crecimiento de la relación deuda pública/PIB.
Para el año en curso se estimó un crecimiento económico de alrededor del 5%, proyecciones de un producto interno bruto por unos US$91,000 millones.
Pero la pandemia del coronavirus ya comenzó a frenar la expansión de la economía y las nuevas estimaciones plantean en uno de los más optimistas pronósticos (el hecho por el Banco Mundial), un crecimiento 0%. En los meses enero y febrero el PIB creció en promedio un 4.7%, pero en marzo cayó un 9.4%, eliminando la expansión acumulada en los dos primeros meses y dejando el crecimiento para el trimestre en 0%.
Asumiendo un crecimiento plano, con un producto interno bruto estático este año en unos USA$88,000 millones, las nuevas contrataciones de financiamiento que haga el Gobierno y que se negocien y reciban a partir del 20 de abril pasado, pondrían la deuda pública en una franja cercana al equivalente del 50% de la producción nacional.
Hasta el 20 de abril, el valor de la deuda pública registrado y atribuido al sector público no Financiero por la Dirección General de Crédito Público era de US$38,460.1 millones, de cuyo monto se agregaron US$2,517.6 millones entre el primero de enero y el 20 del cuarto mes del 2020. Pero a partir del 20 de abril se incorporaron importantes operaciones de financiamiento interno y externo. El 29 de abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) le aprobó una operación de financiamiento rápido al país por unos US$650 millones, suma que equivale a la cuota dominicana en el organismo financiero multilateral. Posteriormente el Ministerio de Hacienda colocó bonos internos por RD$40,000 millones (equivalentes a aproximadamente US$717.0 millones), los cuales fueron adquiridos como inversión por cuatro administradoras de fondos de pensiones (AFP).
Esas dos operaciones incrementaron la deuda en unos US$1,367 millones, suma que representa alrededor de 1,55 puntos porcentuales del PIB. Con solo esas dos operaciones la ponderación de la deuda se pondría en casi 44% del PIB “estático”.
El Gobierno para cumplir con los gastos extraordinarios asumidos, tanto en salud como en asistencia social, en ocasión de las acciones para combatir la expansión del Coronavirus, necesitará agenciarse recursos frescos, que por la caída de las recaudaciones internas, solo podrían ser obtenidos en operaciones de financiamiento esencialmente externo.