POR: BOLIVAR MEJIA
Los políticos han convertido a este país en la SOCIEDAD MONDONGO, el debate político se decanta en torno a comida y precios. ¿Qué vamos a comer? Es el delirio de las barrigas de las clases bajas y los estómagos de la clase media, cuando entran a las casas del terror llamados supermercados; el aparato digestivo de la clase alta, ni se inmuta, degusta productos de comercios internacionales, y un gran número de la cosecha de nuevos ricos, patrocinados por la política y sustentados por el erario público, también enganchan sus órganos digestivos al gusto de la elite, borrando de sus papilas todo sabor a fritura, yuca, batata o plátano con salami, a fuerza de jamón ibérico y vinos caros.
El consciente colectivo de la sociedad dominicana, pende de las tripas de la población, que a palos, tiros, masacres, funditas, cajitas y mass medias, le ha metido a la gente en los sesos, que a lo único que tiene derecho en este país, es a un plato de arroz con habichuelas y carne una vez a la semana, el resto, un pote de lava gallo, teteo los fines de semana y una que otra vuelta al motel de los chinos a desfogar las ganas, con el ímpetus intermitente del perreo más violento del Dembow de moda, esto es más que suficiente para la existencia de un dominicano. En tanto los políticos cada año desempolvan el mismo discurso para corear el juego de: brinca la tablita ya yo la brinque, roba tú ahora, que yo, ya robé.
Somos LA SOCIEDAD MONDONGO, porque a lo único que aspiramos es a tener comida barata y al final el político como de costumbre, se lleva el santo y la limosna, no resuelven ningún problema desde la raíz y a nosotros nos queda la mierda, ya que la comida que nunca baja de precios mientras gobiernan, cara o barata se convierte en mierda, que es lo que produce el mondongo y esta es una sociedad MONDONGO y el país completo un estercolero.
Hemos involucionado de ciudadanos ideas, ciudadanos cerebros, que lucharon por cambiar el sistema, y crear una patria mejor para todos; a ciudadanos barrigas, seres tripas, en cuya constitución el Ano tomo el imperio del cuerpo y anuló para siempre al Cerebro y por lo tanto, ya no hilvanamos con lógica, sino es, a como ta el pollo, a como ta el plátano, a estas alturas del juego, aun idealizamos una fundita o una cajita, cogida a empellones, trompadas y cantinazos, arrojadas con regocijo y cínica burla a la garata indigna, por la mano de un paniaguado y sonrosado político, que disfruta el espectáculo de miseria que exhibe a diario LA SOCIEDAD MONDONGO, matándose por tres granos de arroz, un par de habichuelas, y una gota de aceite: mientras el líder y sus secuaces se llevan el país entre los bolsillos y las uñas.
En eso nos han convertido en una sociedad engullidora de toda clase de basura, tragona, pero de desperdicio, desnutrida y famélica de pensamiento, loca por una fundita cuando las dan, ayuditas para ir viviendo, con el consabido endiosamiento a quien regala, pero no lo suyo, sino lo que es de todo. En realidad vamos muriendo y estos políticos se burlan del ciudadano Mondongo que han creado, al que hacen pensar que el estado destina todas las ayudas habidas y por haber, para sus vientres vacíos, cuando la verdad es que las ayudas, las verdaderas y las únicas que en verdad ayudan, son las que le proporcionan a las elites, que son las verdaderas beneficiarias de los recursos del estado abusador, sin importar el gobierno de turno.
República Dominicana necesita un purgante fuerte, que desintoxique a la SOCIEDAD MONDONGO, en que han convertido los partidos políticos esta nación de Duarte, Sánchez y Mella, que paso a paso restaure el predominio del cerebro, el pensamiento, el razonamiento, la conciencia, la exposición brillante de las ideas, por encima del hambre y el crujir de las tripas. Porque señores, estamos tan atrasados en esta República, que el debate de los políticos año tras año gira en torno a quien tenía los precios más baratos en GOBIERNOS PASADOS. A ese tenor debemos resucitar a Horacio Vasquez, para que nos gobierne hoy, con los precios de 1900 y tantos, una libra de arroz costaría por lo menos un par de centavos y con el sueldo mínimo de hoy, la SOCIEDAD MONDONGO estaría satisfecha con un nuevo mandato del caudillo de Moca.