En 1972 el rio destruyó el puente Madrigal, gobiernos no lo construyen.

En 1972 el rio Haina hizo una crecida que desbordó su cauce, como hasta ese momento nunca lo había hecho, en su feroz acometida, las aguas del rio arrancaron los cimientos del puente Madrigal y se los llevó consigo, dejando a las poblaciones  de la Cuchilla, El Caobal, Medina entre otras comunidades  a merced del único paso que quedó sobre las aguas del rio, que fue el Baden que construyeron los norteamericanos en el 1965  para cruzar con sus maquinarias  de guerra y controlar el país desde todos los flancos.

Hoy a casi 50 años de la destrucción del puente, La Cuchilla y Medina son Distritos Municipales y cuentan con una población que se ha multiplicado exponencialmente, unas 50 mil familias continúan viviendo a merced de los caprichos de la naturaleza, víctimas de la indiferencia de las autoridades. Cada vez que llueve, tienen que encender velones y pedirle a Dios que el rio no se desborde y los deje varados, puesto que el Baden se eleva a unos cinco o 6 metros sobre el nivel del rio y con cualquier vaguada, onda tropical o estornudo de la naturaleza, se tapa el puente y le cierra el paso a los moradores de una población pujante y trabajadora, que poco recibe del gobierno y mucho aporta a la sociedad.

Cuando esto sucede los moradores que tienen que salir y los que tienen que entrar, se ven en la obligación de hacer un recorrido de unos 45 kilómetros a través de San Cristóbal para poder llegar a su destino. En este largo trayecto, si es que cuenta con los recursos para hacerlo, pueden suceder muchas cosas, sobre todo cuando hay que transportar un enfermo a un hospital, puesto que en estas comunidades solo existen unidades de atención primaria.

Tal parece que la no construcción de esta importante infraestructura que contribuye a impulsar el desarrollo de estas comunidades, priman intereses íntimamente ligados a la construcción de la presa Madrigal, tantas veces probada su inviabilidad, por estudios y expertos técnicos, pero a la cual se aferra la necedad, la ambición y la corruptela, ya que dicha presa en nada va a cambiar el problema del agua de la capital dominicana.

La construcción de este puente es vital para el desarrollo social y económico de los distritos municipales de La Cuchilla y Medina, así como la población que los compone, una población que produce productos agrícolas que suplen los mercados de Villa Altagracia y San Cristóbal, con una alta producción de Cacao Orgánico y una fuerte dinámica comercial que se manifiesta en un comercio pujante, que construye plazas comerciales, bienes raíces,  posee ferreterías, fábricas de blocks para la construcción, almacenes, plantas de agua, plantas de gas etc.

Todo ese desarrollo lo alcanzan esas comunidades con su propio esfuerzo, poco aporta el gobierno para su progreso, tan poco, que ni siquiera un puente y un hospital, le quiere construir; son gente emprendedora y de trabajo. En vez de obstaculizar sus iniciativas y esfuerzos, el deber del estado es apoyarlos. Necesitan una entidad bancaria, porque está demostrado que el nivel de negocios que generan a diario, necesita de una estructura financiera, que les garantice depositar con seguridad, pero los bancos a los cuales han solicitado instalar sucursal, en al menos uno de estos distritos municipales, alegan con razón, que, sin la construcción de un puente seguro, no se pueden instalar, puesto que cuando el rio se desborde, entonces el banco no podrá abrir.

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