En ocho días: la elección del BID y el plan de Trump

En ocho dias la eleccion del BID y el plan
La elección del nuevo presidente del BID se ha convertido en un inesperado motivo de disputa diplomática entre los Estados Unidos, varios países latinoamericanos y la UE.

En ocho días el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene una cita de elevada importancia consigo mismo. En esa fecha elegirá su presidente, pero a diferencia de años anteriores carga ahora con la “amenaza” de que se quiere colocar allí una persona que conduciría a la ruptura de una tradición de 61 años.

Lo que ha ocurrido –y eso prácticamente tomó rango de ley- es que el BID elija como su presidente a una persona de la región latinoamericana y a un vicepresidente del lado estadounidense. Así como se asume que la presidencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) caiga en manos de un europeo.

Pero el presidente Donald Trump ha dejado en evidencia que está dispuesto a torcer el ritmo seguido por el BID en poco más de seis décadas. Está decidido a ello y no lo disimula. “Uno de los más voraces halcones del lobby anticubano es el candidato a ocupar la principal silla del Banco Interamericano de Desarrollo”, ha publicado el portal América Latina en Movimiento. Se trata de Mauricio Claver-Carone, uno de los más duros críticos de las políticas de Barack Obama por el restablecimiento de relaciones entre los dos países en el año 2015.

“Despedazar tradiciones y tensar la cuerda es regla para Donald Trump”, ha expresado el portal; uno de muchos medios que desde países distintos tratan el tema, con ángulos variados, pero con un elemento coincidente: No se sorprenden de que la administración Trump esté detrás de tales pretensiones en la cuestión del BID. El organismo tiene sede en Washington, la capital estadounidense, y se fundó 1959. Ha tenido cuatro presidentes, ninguno de ellos del país que gobierna Donald Trump. Esos presidentes del BID han sido el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005) y el colombiano Luis Alberto Moreno (2005-2020).

El proceso de elección de los presidentes del banco es manejado exclusivamente por sus gobernadores. Equivale a decir por los representantes de sus países miembros. La administración del BID no tiene injerencia en la elección; tampoco emite opiniones o comentarios sobre las candidaturas de los países miembros, que son 48 en total.

De ellos, 26 son de América Latina y el Caribe, que poseen el 50.2% del poder del voto (por ejemplo, Argentina y Brasil tienen el 11.4%; México el 7.3%; Venezuela el 3.4%); EE.UU concentra el 30% y Canadá el 4%. Luego, los 20 países que no pertenecen a la región concentran el 16%.

“El Gobierno de Colombia fue el primero en tomar partido y sigue sin dar su brazo a torcer. A pesar de las resistencias de otros países de la región, el presidente Iván Duque no muestra fisuras en su respaldo a Mauricio Claver-Carone, el candidato de Estados Unidos a la presidencia BID, que ha dividido a las diplomacias latinoamericanas”, publicó el periódico español El País el 25 de agosto.

“En la partida, Bogotá se juega su condición de socio privilegiado de la administración Trump, a pesar del riesgo de quedar a contrapié ante una eventual -y no tan lejana, a la luz de los sondeos- derrota del republicano en los comicios de noviembre, que implique un cambio de inquilino en la Casa Blanca”, dijo el diario español, en un artículo firmado por Santiago Torrado.

Cuando Colombia reafirma su respaldo al estadounidense Mauricio Claver-Carone, está ignorando el frente de resistencia liderado por Argentina, México, Chile y Costa Rica, y el apoyo externo de la Unión Europea.

“Duque ha justificado su respaldo en la reciprocidad: Washington históricamente ha apoyado a Colombia en los organismos internacionales, incluida la aspiración de Luis Alberto Moreno (actual presidente del BID) en su día”, ha expresado El País. “La agresiva campaña de un funcionario del gobierno del presidente Trump para dirigir el banco de desarrollo más importante de América Latina divide a la región; ha provocado enfrentamientos entre las naciones que acogen la influencia del gobierno estadounidense y las que temen que el candidato socave una de las pocas instituciones capaces de amortiguar los efectos de la recesión derivada de la pandemia”, publicó el periódico The New York Times el 26 de agosto, en un artículo fechado en México bajo firma de Natalie Kitroeff.

Y agrega. “Hay más de una decena de países que apoyan a Claver-Carone, dentro de los cuales se encuentran gobiernos conservadores como el de Brasil, Colombia y Bolivia, que están alineados políticamente con la gestión de Trump, y naciones que consideran que está en buena posición para llenar el banco de efectivo.

El sustento en la doctrina Eisenhower, según Lagos

Los países críticos, incluidos Argentina y Chile, temen que Claver-Carone pueda convertir la institución en una rama de la política del gobierno de Donald Trump en la región durante los próximos años.

“Por 60 años, el BID ha funcionado bajo las normas establecidas en los debates de 1959, donde las partes, constituidas en una comisión especial, determinaron los mecanismos de adhesión, los sistemas financieros de los aportes y la organización misma de la entidad”, explica Ricardo Lagos Escobar, en un artículo colgado en La Tercera, intitulado “Columna de Ricardo Lagos Escobar: Elección en el BID: un acto cargado de nulidad” (29 agosto 2020).

Todo ese proceso –plantea el autor- se sustentó en la denominada Doctrina Eisenhower, definida por aquel mandatario en agosto de 1958 ante Naciones Unidas, y de acuerdo a la cual los bancos regionales –como el que se había acordado fundar en sesión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA)- debían ser administrados por sus países integrantes.

México se ha opuesto a que EE.UU presida el BID, y apuesta por un candidato argentino para evitar su politización, dijo a inicios de agosto a la agencia EFE el subsecretario de Relaciones Exteriores, Maximiliano Reyes.

Más popular