Facebook retiró el vídeo en el que el líder ultraderechista italiano, Matteo Salvini, intimida a una familia de tunecinos al llamar al interfono de su casa y preguntar si se dedicaban a traficar con drogas, lo que le valió numerosas críticas.
La abogada y activista Cathy La Torre, que asistió a esta familia de Bolonia (norte), informó hoy de que la red social ha borrado de su plataforma este “vídeo de la vergüenza”
Señaló que esta es “la primera de una larga serie de victorias” por las que se batirá, ya que el vídeo “ha devastado la vida” del joven al que Salvini acusaba de traficar y, por eso, piensan iniciar acciones legales en su contra.
Los hechos tuvieron lugar hace una semana, en la noche del 21 de enero, en plena campaña electoral para las regionales en Emilia-Romaña.
Salvini, acompañado por periodistas y seguidores e instigado por una vecina, acudió a un barrio periférico de Bolonia para llamar al interfono de una familia de tunecinos para preguntar si se dedicaban al trapicheo.
El líder de la Liga, entre risas, pregunta a la voz que responde desde el telefonillo si es de esa familia: “¿Usted vive en el primer piso? ¿Puede dejarme entrar, por favor? Porque me han informado de algo grave y quisiera que usted lo desmienta, me han dicho que usted vende parte de la droga que se distribuye en el barrio”, inquiere.
En concreto acusaba a uno de los hijos de la familia, de 17 años, quien más tarde, junto a la abogada La Torre, negó que se dedicara a eso y expresó su temor a ser marginado tras la difusión del vídeo de Salvini, por lo que pidió públicamente su eliminación.
El político ha sido muy criticado en Italia por estos hechos, aunque ha afirmado que no se arrepiente, y suscitó las protestas de las autoridades de Túnez.
El embajador de este país en Italia, Moez Sinaoui, lamentó esta “deplorable provocación cometida de forma ilícita” por divulgar “sin respeto” el domicilio privado de una familia tunecina.
Salvini ha protagonizado una campaña electoral muy fuerte en Emilia-Romaña, pues ansiaba hacerse con este bastión “rojo” gobernado por la izquierda en los últimos 70 años, algo que no se ha producido y la región seguirá en manos del Partido Demócrata.