El Gobierno puso en marcha la Estrategia Nacional de Competitividad, con la que identifica las vulnerabilidades de la inversión y con la pretende posicionar al país como uno de los más desarrollados de la región en un corto plazo.
Para ello, el Poder Ejecutivo promulgó la Ley 167-21, de Mejora Regulatoria y Simplificación de Trámites, que consiste, en otras cosas, en agilizar los trámites burocráticos al momento de lanzar un proyecto.
El presidente Luis Abinader manifestó que en la Estrategia se revisaron 1,873 trámites en 53 instituciones, los que cuestan RD$264 mil millones, equivalentes al 5.5 % del PIB (producto interno bruto).
La meta del mandatario es que para el 2024, el país sea el más competitivo de Centroamérica y el Caribe; para el 2030, el más competitivo de Latinoamérica, y para el 2040, se posiciones entre los 20 más pujantes del mundo.
“Son objetivos ambiciosos, pero logrables”, dijo un optimista Abinader.
El mismo índice determina las áreas prioritarias para impulsar la competitividad en la República Dominicana.
En ese sentido, en la República Dominicana hay 20 indicadores que presentan deficiencias, como son, según citó Prazmowski: la corrupción, dependencia judicial, malas prácticas policiales, bajos ingresos de escolaridad, entre otros.
Durante el lanzamiento en el Palacio Nacional, estuvieron presentes la vicepresidenta Raquel Peña; Lissandro Macarulla, ministro de la Presidencia; Darío Castillo, ministro de Administración Pública; Eduardo Estrella, presidente del Senado; Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Blanco Tejera, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo (Asonahores), entre otros funcionarios y empresarios.