Gonzalo Castillo se proyecta como gerente que habla con sus hechos

Gonzalo Castillo se proyecta como gerente que habla con sus
Gonzalo Castillo donó mascarillas y guantes para los hospitales y las gentes, trajo al país en sus aviones privados a muchos dominicanos varados en otros países, ayudó a ONGs, apoyó empresas pymes y jóvenes emprendedores, construyó casas en los barrios y fumigó pueblos y barrios.

Gonzalo Castillo se ha convertido en uno de los fenómenos políticos de mayor trascendencia y significación en los últimos tiempos. De ser un desconocido, políticamente hablando, en tan sólo ocho meses se ha convertido en una figura de primer orden, en uno de los más sólidos candidatos con amplias posibilidades de ser el Presidente elegido en las elecciones del próximo 5 de julio.

Muchos cuestionan la supuesta falta de capacidad de Gonzalo. Le enrostran su impericia para comunicarse o hablar en público, y quieren descalificarlo como primer mandatario por esa situación. Pero quienes así piensan se equivocan, pues un presidente de este tiempo no es quien hable más bonito, sino quien tenga más capacidad para dirigir el país, administrar los conflictos y resolver los graves problemas que nos depara el presente y el provenir.

Fortalezas: Gerente, solidario y humilde

La fortaleza de Gonzalo Castillo como aspirante presidencial se centra en tres cualidades: capacidad gerencial, sentido de solidaridad y gran humildad. Cualidades básicas para un líder político de estos tiempos.

Gonzalo se ha crecido de manera extraordinaria en medio de la crisis del coronavirus porque, desde un primer momento, la asumió con lo que es su condición natural: gerencia, solidaridad y humildad. Ha demostrado que es un hombre de acción, de resolver, de administrar crisis y encontrar soluciones.

A pesar de que el virus pudo afectarlo, se tiró a las calles sin temor para apoyar a la población, donó mascarillas y guantes para los hospitales y las gentes, trajo al país en sus aviones privados a muchos dominicano varados en otros países, ayudó a ONG, apoyó empresas pymes y a jóvenes emprendedores, construyó casas en los barrios, fumigó pueblos y barrios, en fin, en medio de la crisis ha mostrado un rostro y una acción solidaria con la gente.

Mientras Luis Abinader y Leonel Fernández se quedaron en sus casas trancados y solo hacían propuestas teóricas, Gonzalo trabajaba con el pueblo. Cuando se dieron cuenta de su error, los otros aspirantes presidenciales quisieron seguir los pasos de Gonzalo, pero ya era muy tarde.

En estos momentos, Gonzalo ha mostrado sus fortalezas como nunca y eso ha consolidado su imagen de gran gerente que puede administrar la crisis y generar crecimiento de forma rápida. De hombre solidario que se preocupa por toda la población. De líder humilde, cercano a la gente, que la saluda, la conoce, que él mismo maneja su carro, que no esconde sus orígenes humildes y quiere que todos los dominicanos tengan la oportunidad que tuvo él para llegar al éxito.

Debilidades: Imagen familiar, temas difíciles y aspectos de fe
La debilidad de Gonzalo como aspirante presidencial no está únicamente en sus limitaciones para comunicar, sino en otros aspectos que son de vital importancia para un futuro primer mandatario de la nación.

Uno de ellos es su imagen familiar. Para muchos de los que apoyan a Gonzalo resulta muy cuesta arriba entender que una parte importante de su familia (esposa e hijas), no estén integradas a su campaña ni den la cara por él. Sólo su hijo mayor, Alex Castillo, está integrado a su campaña y ha sido una gran ayuda para la acción solidaria de Gonzalo. Aunque la situación familiar es un asunto personal de cada individuo, no menos cierto es que un Presidente de un país debe mostrar niveles de transparencia en todas sus áreas de vida. Y la familia es fundamental.

Otro aspecto donde Gonzalo muestra debilidad es en el abordaje de algunos temas de importancia nacional y que no se le ve una posición clara. Y no es que hable ampliamente de esos temas, sino que precise su posición sobre ellos. Varios ejemplos: posición frente a los fondos de pensiones, las tres causales, la corrupción administrativa, el problema medio ambiental y la comunidad dominicana en el exterior, entre otros.

Gonzalo también muestra ciertos niveles de debilidad en su trato y relación con las iglesias y las comunidades de fe. Aunque en sus testimonios de vida siempre dice que es un bendecido de Dios, en esta etapa no le ha dado un espacio importante a las iglesias, que son los aliados naturales de cualquier gobierno por sus funciones sociales en la educación, salud y orientación social.

Finalmente, podemos afirmar que Gonzalo tiene tremenda fortalezas que le avalan para ser Presidente y, como todo ser humano, tiene debilidades. Esperamos que su equipo le ayude a ir enfrentando y superando esos puntos débiles. Lo que no se puede negar es que en este torneo electoral Gonzalo representa la opción de mayor experiencia de Estado, la mayor tenacidad de trabajo y la mayor capacidad gerencial. No hay dudas de que, frente al tiempo de incertidumbre que enfrentamos y el futuro complejo que se vislumbra, Gonzalo es la mejor opción que tenemos.

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