La motivadora historia de un joven recolector de basura que fue aceptado en Universidad de Harvard

La motivadora historia de un joven recolector de basura que

Rehan Staton es un joven de 24 años de la localidad de Bowie , en el estado norteamericano de Maryland que se levanta cada día a las 4 de la mañana para trabajar como recolector de basura y así poder ganar su sustento, pagar sus estudios y ayudar económicamente a su familia.

Pero a partir del próximo otoño boreal su vida experimentará un drástico cambio, ya que acaba de ser admitido como estudiante de derecho en la prestigiosa Universidad de Harvard.

Nada fue fácil en la vida de Staton, llena de obstáculos desde pequeño. Su madre lo abandonó cuando era niño y su padre tuvo que hacerse cargo de él y de su hermano mayor. Más tarde, cuando se perfilaba para ser un boxeador profesional, una seria lesión en su hombro lo dejó fuera de carrera. Pero todo empezó a cambiar cuando el muchacho consiguió trabajo como basurero .

Staton consiguió ese empleo en la compañía Bates Trucking & Trash Removal. Allí fue donde sus colegas, que eran todos exconvictos, y el hijo del dueño de la empresa vieron su potencial y lo ayudaron a presentar su postulación para estudiar en Harvard .

«Era la primera vez en mi vida que la gente me estimulaba por lo que soy y no porque fuera bueno en los deportes», contó el joven a la CNN.

«Durante toda mi vida todas las personas a las que se suponía que debía admirar eran las que siempre me minimizaban y me hacían sentir mal conmigo mismo», agregó.

«Tuve que llegar hasta el ‘fondo’ de la jerarquía social, con trabajadores de la basura que estuvieron presos, para poder ser elevado»; reflexionó el joven.

Luego Staton señaló que él había tenido una educación bastante sólida hasta el momento en el que su madre lo abandonó a él y a toda la familia para irse a vivir a otro país. Stanton tenía solo ocho años. A partir de ahí, su padre debió tener dos y hasta tres trabajos para sostenerlo a él y a su hermano mayor, Reggie, que ahora tiene 27 años.

Staton siguió estudiando mientras avanzaba en su carrera para boxeador profesional. Como estudiante llegó a estar en el cuadro de honor. Pero entonces tuvo que atravesar dos malas nuevas: por un lado, se lesionó y no pudo seguir boxeando, y por el otro, todas las universidades a las que se había postulado rechazaron sus solicitudes.

La ayuda de sus compañeros de la recolección

En ese momento el joven decidió comenzar con su trabajo en la empresa de recolección. Allí, sus compañeros vieron su potencial y capacidad y lo estimularon para que no bajara los brazos y pudiera seguir estudiando.

El hijo del dueño de la compañía, que se convirtió en su amigo y admiraba su inteligencia, le presentó a Staton un profesor de la Bowie State Universit. El docente quedó impresionado por la capacidad y actitud del muchacho y entonces apeló en la junta de admisiones de su universidad para que el joven consiguiera su ingreso allí.

Staton comenzó la licenciatura en Bowie y obtuvo excelentes calificaciones. «Me convertí en presidente de organizaciones. Gané muchos elogios académicos, fue una locura», contó el joven, que continuaba con su labor como recolector.

Al final de su segundo año en esa casa de altos estudios, Staton decidió que quería ir a la escuela de leyes. Fue entonces que presentó su postulación para estudiar en Harvard. Un video que subió la CNN muestra el momento exacto en que el que recibe el mail de admisión de esa prestigiosa universidad, y su emoción es conmovedora.

Staton, con el buzo de Harvard, exhibe para la foto la aceptación de la solicitud para ingresar a esa prestigiosa casa de altos estudios estadounidense

«Cuando miro hacia atrás a mis experiencias, me gusta pensar que saqué lo mejor de la peor situación », dijo Stanton. «Cada tragedia que enfrenté me obligó a salir de mi zona de confort, pero tuve la suerte de tener un sistema de apoyo que me ayudó siempre a prosperar en cada dificultad».

Staton es especialmente agradecido al tiempo que trabajó como recolector de basura, donde recibió un apoyo que nunca en su vida había recibido.

Ahora, quiere trabajar para transmitir ese tipo de apoyo que él recibió a otros jóvenes, ofreciendo asesoramiento universitario y tutorías a quienes enfrenten diferentes adversidades en su vida.

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