La nochebuena Covid 2020

Es una tradición familiar celebrar la nochebuena, época de connotación mágica para la niñez y de reencuentro entre la familia, que utiliza este tiempo para reunirse con los seres queridos que están lejos, estrechar lazos filiares, consolidar la amistad y regocijarse en el seno familiar, mientras los más pequeños dejan correr la imaginación tratando de adivinar que les traerán los protagonistas de la ilusión infantil en tiempos navideños, Santa Claus, los Reyes Magos, y para los más tradicionales la vieja Belén, la aliada de los padres pobres.

Es la primera nochebuena de la era del covid y luego de este tiempo de incertidumbre que se ha vivido desde finales del 2019 hasta acá, ha postrado al mundo, una enfermedad, que provoca muertes en todas las latitudes, pero también promueve el miedo, ha transformado la existencia de la humanidad y ha potenciado enfermedades mentales y psicológicas dentro de la mayoría de los hogares, que han tenido que cerrar sus puertas, no solo al virus, sino también a los encuentros, los amigos y a muchas costumbres a las que nos vimos compelidos a renunciar, para dar paso a invitados indeseables como la depresión y otros males psicológicos.

Debemos celebrar este tiempo, pero hoy más que nunca necesitamos reflexionar sobre la vida, ese hilo frágil que nos sujeta al mundo, pero sobre todo debemos saber que esta navidad no será la última y que el monstruo al que tanto tememos, está al acecho para continuar causando estragos en la sociedad. Es verdad que las vacunas están a la puerta, ya las farmacéuticas están prestas para la venta y el gobierno dominicano ha tomado la precaución de ordenar las que nos tocan, pero si queremos llegar a alcanzar las dosis que nos proteja del covid junto a nuestros familiares, debemos celebrar con calma y no irnos con toda la sed a la tinaja, pues el espectro mortal del virus asesino,  aún se cierne sobre nuestras cabezas.

En esta navidad, que es muy especial, la prudencia individual y colectiva es de vital importancia en cada hogar dominicano, hay que mantener el distanciamiento físico, la cena se debe hacer con el círculo familiar más cercano, moderar la ingesta de bebidas alcohólicas y sobre todo debemos tener en cuenta, que aunque esta no será la última navidad del mundo, si no somos precavidos y nos manejamos con cordura, el Covid pueda contribuir a que sea la última navidad que disfrutemos junto a nuestros seres queridos.  Seamos conscientes y manejémonos con prudencia.

El mundo cristiano celebra de manera simbólica el nacimiento de cristo y con él en cada corazón dominicano, debe renacer la cordura y la reflexión, practicar el amor cristiano ante el peligro que nos acecha, significa hoy más que nunca, cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a nuestros seres queridos, para salvaguardar la integridad social y la salud de la patria.

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