Berzas, patatas, chorizo, morcilla, panceta y, por supuesto, fabas. Es el pote asturiano, uno de los platos más tradicionales y emblemáticos de la gastronomía de Asturias —sus orígenes van más allá de la Edad Media— que siempre ha ocupado, junto a la fabada, un lugar predilecto en la cocina de cuchara de la región.
Y los mejores potes asturianos del momento se dieron a conocer ayer lunes en la final de la tercera edición del concurso Explorando el Pote Perfecto que se celebra dentro de las XXIX Jornadas Gastronómicas del Pote de Turón, declaradas Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias.
Los mejores potes asturianos
Una competición en la que participaban veinte restaurantes de toda Asturias, con el siguiente podio:
- Primer premio: La Gitana (Gijón)
- Segundo premio: Río Astur Sidrería (Gijón)
- Tercer premio: La Llosa (Oles)
- Mención especial por su buen hacer en la cocina: Casa Román (Gijón) y La Bodega de Miguel (Gijón)
- Premio especial al mejor pote del valle de Turón: Casa Chuchu (Turón)
El concurso cuenta con dos fases valoradas por un jurado profesional, cuyos componentes han catado, de forma anónima, todos los potes participantes. En esta tercera edición, el jurado ha estado formado por: Eufrasio Sánchez, delegado de la revista Gourmets en Asturias, Isaac Loya, cocinero Real Balneario de Salinas, Juan Luis González, propietario de Casa Belarmino, María Busta del restaurante Casa Eutimio, Segundo Riesco, profesor de la Escuela de Hostelería Valle de Aller y David Fernández-Prada, periodista gastronómico y director de Gustatio.
Como en ediciones anteriores, el jurado debía valorar no solo el aroma y el sabor, las sensaciones que se producen en la boca o la calidad de les fabes y del compango, sino también otros factores del pote como la estética, el colorido o la disposición de los ingredientes en el plato.
El pote asturiano se debe elaborar a fuego lento, dejando cocer la verdura, la legumbre, los chorizos y morcillas asturianos, el xuan, la oreja, el chosco, el compango… Por su contundencia, por su temperatura óptima para ser disfrutado y por su particular sabor, es el plato ideal para reconfortar el ánimo y el gusto en los días de otoño invierno.