MANZANAS CARAMELIZADAS CON ESCAMAS DE SAL MARINA

Una sal excepcional que desde 1882 se elabora con los mismos métodos artesanales tradicionales en el pueblo costero de Maldon. Allí todo sigue igual, pero, a la vez, cambia sin parar. Todo es constante, pero el desafío es continuo. La sal, sin embargo, permanece inalterable.

Y es que las escamas de sal Maldon son realmente una creación de la naturaleza, con una pequeña ayuda de la mano del hombre para liberarla de las garras de su entorno. Y es que el ‘proceso de elaboración’, si es que en este caso se puede llamar así, es tan natural como pueden ser estas cosas.

El agua de mar es filtrada y hervida, eliminando así las impurezas, luego se calienta hasta que la sal cristaliza. Si esto suena sencillo, hay un arte en la temperatura y el tiempo y en particular, en la tradicional ‘cosecha’ a mano de la sal de las bateas, que confunde a cualquiera que no tenga la habilidad de un elaborador de sal.

El resultado son los puros y crujientes cristales blancos de Sal Maldon, procedentes de marismas llanas, mareas limpias y bajas precipitaciones, que significan alta salinidad y el lugar ideal donde la compañía Maldon Salt inició su actividad allá por 1882, en el estuario del río Blackwater, en el municipio de Maldon, en el condado de Essex (Inglaterra). Donde una vez hubo tres bateas, ahora hay diecinueve. La empresa no solo ha sobrevivido —única entre sus competidores locales— sino que ha prosperado llegando a ser un ingrediente imprescindible en la cocina actual con recetas como estas Manzanas caramelizadas con sal Maldon.

Manzanas caramelizadas con escamas de sal marina

INGREDIENTES

  • 10 manzanas
  • 300 g de azúcar moreno
  • 8 cucharadas de sirope de caramelo
  • 225 g de mantequilla sin sal (ablandada)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de sal marina Maldon

ELABORACIÓN

Escaldar las manzanas en una olla con agua hirviendo durante 30 segundos. Sacarlas y secarlas bien.

Retirar los tallos y perforar cada manzana con un palito de madera. Presionar lo suficiente para que no salga, pero con cuidado de no atravesar toda la manzana. Poner las manzanas en la nevera mientras se hace el caramelo.

Cubrir la bandeja de horno con papel de hornear. Poner el azúcar en una cacerola con el sirope, mantequilla y vainilla a fuego medio, durante 8 minutos o hasta que el azúcar se haya disuelto.

Subir el fuego, llevando la mezcla a ebullición. Dejar hervir durante unos 8 min o hasta que — con la ayuda de un termómetro de azúcar— comprobemos que la mezcla alcanza los 140 °C (si no se dispone del termómetro, en un tazón de agua fría introducir un poco de azúcar, debe endurecerse y, al retirar, ser frágil y fácil de romper).

Una vez esté, añadimos las escamas de sal, retiramos el caramelo del fuego y sumergimos cada manzana en él girando el palo para dejar todo cubierto menos la parte superior.

Las colocamos en una bandeja de horno con cuidado de no tocar el caramelo y dejamos que las manzanas recubiertas se cuajen durante 1 hora antes de servir.

 

Más popular