La matrícula en las universidades dominicanas creció un 22% del 2010 a la fecha, según la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en su informe “Diagnóstico de la Educación Superior en Iberoamérica 2019” en el que también señalan deficiencias en la calidad de la oferta formativa.
El informe evidencia exceso en la matrícula en áreas tradicionales como las ciencias sociales, pero una baja matrícula en las áreas vinculadas con ingeniería, ciencias, tecnologías y matemática.
De acuerdo con el informe, en 2017 se observa que en la mayoría de los países iberoamericanos hay una tendencia a aumentar el porcentaje de alumnos que estudian en instituciones privadas, en esta línea destacan Perú y República Dominicana con un aumento de 12,2 y 6,7 puntos porcentuales respectivamente.
En América Latina, la gran mayoría de los países presentan porcentajes de participación femenina por encima del 50% en 2017, destacando por encima del 60%: República Dominicana (63,88%), Cuba (62,37%), Argentina (61,69%) y Panamá (60,46%). México es el único que no supera el 50% de participación femenina en la educación superior con un 49,86%.
En 2017, solo Bolivia y Perú muestran un porcentaje de mujeres graduadas por debajo del 50%, al alcanzar únicamente el 45,29% y 48,42 respectivamente. El porcentaje más alto, lo presentan la República Dominicana (65,78%), Argentina (65,62%), Panamá (65,04%) y Honduras (64,18%).
Otros países que también superan el 60% de mujeres graduadas son Puerto Rico, Uruguay, Costa Rica y Brasil.
El documento sostiene que a pesar de que las mujeres presentan mayores porcentajes de participación en cuanto al número de estudiantes como de graduados, esto no se ha trasladado aún a su participación dentro de las plantillas del profesorado de la educación superior.
Para la región de América Latina y el Caribe el porcentaje de mujeres que se dedican a la docencia en la educación superior no alcanza el 50% en ninguno de los años considerados en el estudio (2010-2017).
El informe fue elaborado por la OEI en el marco del nuevo plan de trabajo institucional para avanzar en el desarrollo del Espacio Iberoamericano del Conocimiento, acordado en la Cumbre de Salamanca en 2005 por los jefes de Estado y de Gobierno de la comunidad iberoamericana.
El estudio fue presentado por Otto Granados, presidente del Consejo Asesor de la OEI y ex secretario de Educación Pública de México.