Miosotis Montaño desde muy temprana edad demostró que nació para ser maestra

Miosotis Montano desde muy temprana edad demostro que nacio para
Maestra Miosotis Montaño / Fuente externa

SANTO DOMINGO. El maestro enseña, protege, presenta nuevos horizontes, alienta el espíritu crítico, ayuda más allá de sus disciplinas, fomenta los lazos sociales y cumple un rol fundamental en la vida de sus alumnos. Desde la educación inicial hasta la universitaria, los docentes dejan una marca indeleble en la historia de cada uno de sus estudiantes.

Son muchos los educadores que entregan sus vidas a sus alumnos, llegando a considerarlos como a sus propios hijos. La profesora Miosotis Montaño es un ejemplo fehaciente de esta teoría, quien, desde temprana edad, alfabetizaba a los niños de su vecindario, en una “escuelita” improvisada en la azotea de su casa materna.

Desde siempre sintió pasión por la enseñanza y ayudaba a sus compañeros de la escuela a realizar sus tareas, por lo que su madre, Belén Castillo, le decía que sería una gran maestra. Con el paso de los años la profe Miosotis ha desempeñado una labor marcada por la vocación, el compromiso y la satisfacción de ver a sus estudiantes alcanzar grandes metas.

A los 17 años de edad ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) donde le esperaba una carrera llena de triunfos. Se graduó en el 2003 como licenciada en Educación Básica con calificaciones meritorias, recibiendo como premio el anillo de graduación.

“Desde ese momento sentí que pesaba sobre mis hombros un gran compromiso. De manera profesional me inicié en el Politécnico Militar San Miguel Arcángel, El Polvorín, Villa Mella, lo que me permitió formarme con una gran disciplina que me ha servido para poner en práctica en los demás centros que he tenido que laborar”, cuenta Miosotis, evidentemente emocionada.

  Luego pasa a la escuela ODC, actualmente Centro Educativo Profesor Isidro Pérez Bello, del Distrito Escolar 15-04, donde se le presentó la oportunidad de concursar para aplicar como subdirectora del centro en el año 2010, ganó y asumió el reto para las dos tandas, durante 4 años. Después pasó a ser la directora interina por cuatro años más, con solo 31 años de edad.

Fruto del trabajo realizado como subdirectora y directora interina de dicho centro, fue seleccionada para ser técnica en el distrito educativo 15-04, en el cual labora actualmente en el área de Primer Ciclo del Nivel Primario, apoyando los procesos de alfabetización.

La destacada maestra agradeció al Ministerio de Educación por reconocer su trayectoria en el Mes del Maestro y aprovechó la oportunidad para exhortarles a los docentes que, independientemente de cualquier obstáculo que les presente la vida, continúen realizando su labor en las aulas por el bien de los estudiantes y del país.

“Lo importante es no dejar caer la vocación de servicio y cumplir con el compromiso asumido. No importa en qué lugar nos encontremos porque es muy satisfactorio ver a los alumnos lograr sus propósitos y graduarse en la universidad. No hay nada mejor que eso”, expresó la maestra, también madre de dos hijos con la misma vocación.

Como parte de su preparación académica realizó una maestría sobre Enseñanza del Aprendizaje para niños de Primer Ciclo de Matemáticas y Lengua Española en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y una especialidad sobre la Enseñanza Avanzada en el Nivel Primario en una universidad de España.

Fuente: El Caribe

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