Muertes en EE.UU. repuntaron entre marzo y abril en inicio de pandemia

EE.UU. contabilizó unas 15.400 muertes por encima de lo normal entre el 1 marzo y el 4 de abril, periodo considerado como el comienzo de la pandemia del coronavirus en el país, aunque los decesos atribuidos a la enfermedad durante esas semanas sumaron 8.128 casos, según un estudio difundido este martes por el diario The Washington Post.

La investigación, que consistió en un análisis de datos oficiales realizado por el rotativo y un equipo de investigación dirigido por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, halló un número de fallecidos superior al calculado para esa época del año.

En total, se registraron en el país 280.016 muertes . Pero, según la versión periodística, aunque el repunte de los fallecimientos no es necesariamente atribuible directamente al COVID-19, sí puede incluir personas que hayan perdido la vida a causa de la pandemia, como es el caso de quienes tenían miedo a buscar atención médica para los casos de enfermedades no relacionadas con el COVID-19.

En ese contexto, el análisis sugiere que las muertes anunciadas en las semanas previas al 4 de abril, a partir de informes realizados por los departamentos de salud pública de cada estado, pudieron no haber capturado el impacto total de la pandemia.

De acuerdo con Daniel Weinberger, profesor de epidemiología de Yale y líder del equipo de investigación, la evaluación de los datos apunta igualmente a que el número de muertos por el coronavirus es significativamente mayor de lo que se ha informado.

Por ejemplo, detalla el diario, la ciudad de Nueva York, la más golpeada por la pandemia en el país, registró durante ese lapso 6.300 muertes superiores a los estimativos frente a las 2.543 que reportó como consecuencia del coronavirus. Mientras que en ese estado, se contaron 1.700 muertes adicionales y 1.022 a causa del COVID-19.

El Post citó como ejemplo el caso de Adrian Sokoloff, un hombre que acababa de cumplir 99 años y quien fue diagnosticado por su médico con COVID-19, ya que presentaba fiebre aguda y tos después de que dos las personas que lo cuidaban sufrieran escalofríos y perdieran el sentido del gusto.

Sokoloff falleció en su casa en la pequeña localidad de Sands Point, en el estado de Nueva York, debido a que su familia decidió no llevarlo a un hospital, pero, según su hija, su certificado de defunción atribuía su muerte a “insuficiencia cardíaca congestiva” y no al coronavirus.

Estados Unidos alcanzó hoy el millón de contagiados por el COVID-19, que se ha cobrado al menos 57.266 vidas en este país, el más golpeado actualmente por la pandemia y donde ya varios estados han empezado a reducir las medidas de confinamiento para evitar la propagación de la enfermedad.

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