Niño de 12 años en Japón lanza y batea ¿será el próximo Ohtani?

Ha dado más de 100 jonrones – empalmando bambinazos con tanta regularidad que sus compañeros ya ni celebraban. Cuenta con una recta con la que puede retirar a bateadores tanto con su mano derecha como con su izquierda.

Apenas está en sexto grado.

Yuto Hara, el estelar jugador ambidiestro que puede batear y lanzar, y que espera algún día superar las increíbles habilidades que muestra Shohei Ohtani en un terreno de juego.

"La razón por la que comencé a jugar béisbol fue porque fui a ver un partido de Shohei Ohtani", confesó Yuto a través de Sho Kurematsu, quien tradujo la conversación, la cual publica MLB.com, bajo la firma de Michael Clair. "Lo vi dar un hit durante un juego y dije que quería ser como Shohei Ohtani. Y ahí fue cuando empecé a jugar béisbol".

Pero lo más impresionante de todo es que Yuto no estaba supuesto a jugar béisbol. Sus padres querían que aprendiera fútbol, pero ese deporte nunca cautivó al niño. En vez de eso, como muchos aficionados de béisbol obsesionados con dicho deporte que viven de acuerdo con el calendario de pitcheo de Shohei Ohtani, él también se decidió por el diamante. La vida de Yuto cambió al ver al multifacético astro de los Angelinos.

Aquel imparable fue un bambinazo con los Nippon-Ham Fighters, y fue más que suficiente para obsesionar con el deporte a Yuto, de 4 años en aquel entonces.

"Fue justo antes de la escuela primaria cuando empezó a decir, ´Quiero ser como Shohei Ohtani. Quiero ser mejor que Shohei Ohtani´" dijo el padre de Yuto, Keiji.

Los números son más que impresionantes para un jugador que es mitad Ohtani, mitad Pat Venditte, juntos en un cuerpo adolescente. Yuto ha eclipsado la marca del siglo en jonrones, puede correr los 50 metros planos en apenas 7.3 segundos (dos segundos más lento que un ya formado Elly de la Cruz) e incluso puede caminar de manos unos 10 metros. Ah, y puede lanzar la recta a 76.4 millas por hora con su mano derecha – y aunque no lo ha hecho en un partido, diciendo que no tiene el mejor control – registra 71.4 mph con la zurda.

Yuto descubrió por suerte que tenía esta habilidad. Creció siendo derecho natural, pero todo se dio en el primer grado, cuando su escuela decidió probar a sus estudiantes. La tarea era simple: Lanzar una pelota de sóftbol y llevarla lo más lejos posible.

"Lo hice primero con mi mano derecha y la lancé demasiado lejos", recordó Yuto. "Entonces, mi profesor me dijo que lo intentara con la zurda. Cuando lo hice, también la llevé muy lejos. En ese momento, me di cuenta de que quizás podía lanzar con la zurda también".

Pero Yuto no está haciendo esto solo. Su padre está junto a él en cada paso.

"Como padre, quiero ayudarle a conseguirlo", dijo Keiji. "Quiero asegurarme de que cumpla su sueño".

Los dos practican juntos a las 6:30 a.m., y cuando Yuto regresa de la escuela, continúan. Ahora mismo, los dos están enfocados en los ejercicios para fortalecer el torso, con bandas de resistencias, mientras también practican con una pelota más pequeña y un bate, con el que suele dar unos 200 hits por día. En cuanto a su pitcheo, Yuto utiliza su mano derecha un día y la zurda al otro.

"Claro, tengo mi propio trabajo", expresó Keiji. "Tengo que encontrar el tiempo en mi trabajo para que podamos seguir. Pero, como he dicho, quiero hacer lo posible para apoyarlo".

Aunque está impresionando por el increíble talento y éxito que ha tenido Yuto en el terreno, Keiji sigue pendiente de algo muy importante:

"Por mucho que pueda gozar del éxito que ha tenido, mi enfoque es que pueda disfrutar lo que hace y divertirse jugando béisbol", expresó Keiji.

Yuto disfruta del juego

Por ahora, definitivamente Yuto está disfrutando. Su equipo ganó el torneo de Tokio el año pasado – Yuto lanzó una blanqueada en las finales y dio cinco cuadrangulares en cinco partidos – y su equipo ganó el campeonato regional en Kanto. Luego de un abril lento, Yuto se ha encendido hasta promediar un jonrón por juego. Lo excepcional se ha convertido en rutina."Estoy en un punto en el que me parece normal que dé un cuadrangular", mencionó Yuto con una sonrisa. "Cuando doy un vuelacerca y corro las bases, ya no hay ninguna reacción de emoción. Todo el mundo está acostumbrado, así que sólo me ven y no se emocionan más".

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