Nueva York ya es el epicentro de muertos y contagiados en EE.UU. mientras busca más camas hospitalarias

Andrew Cuomo se ha convertido en una figura emergente con la expansión del coronavirus. Las ruedas de prensa diarias del gobernador de Nueva York son un ejercicio de sentido común, de buenos deseos y mensajes alentadores para compensar unos trágicos “hechos”, los que demuestran que este estado y su gran metrópolis se han convertido en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.

El estado neoyorquino contaba este lunes con 20.875 positivos -13.119 en la ciudad-, de un total de 41.701 en el país, que es el tercero en el mundo. Los muertos ascendían en EE.UU. hasta al menos 550. de los que 157 correspondían a Nueva York, de los que 125 eran residentes de la Gran Manzana.

Deborah Birx, coordinadora del equipo de la Casa Blanca contra el coronavirus, aseguró que el área metropolitana de Nueva York “está experimentando una tasa de incidencia de un enfermo cada mil ciudadanos, o cinco veces más que el resto de las otras áreas. La ciudad tiene un tercio de todos los casos del país. La doctora Birx añadió que el 28% de los test en esa región salieron positivo mientras que en el resto de la nación ese porcentaje es inferior al 8%. “A mis amigos y colegas en Nueva York, ese es el grupo que necesita distancia social y auto aislarse al mismo tiempo”, indicó. “Claramente el virus ha estado circulando allá durante varias semanas para alcanzar este nivel de penetración en la comunidad general”, señaló.

Este lunes fue la primera jornada en la que se puso en marcha el confinamiento, blando porque se permite salir a pasear, en el que sólo están autorizados a salir de casa a trabajar los que realizan tareas esenciales. La lista es larga, desde tiendas de comestibles, gasolineras, lavanderías, servicios de transporte y de mensajería, periodistas, bancos, farmacias, recintos sanitarios, licorerías o, entre otros, talleres mecánicos y de bicicletas.

También fue el primer día en el que la policía neoyorquina aplicó el control en los parques al rebajar la densidad y proximidad entre ciudadanos para que no se produzcan “reuniones” como las que se registraron el pasado sábado. El alcalde Bill de Blasio remarcó que se impedirán esas congregaciones desde el principio. “Al parque se va a hacer deporte o a caminar, pero siempre con distancia social (1,80 metros), y no se trata de socializar”. De momento, los parques de recreo infantiles estará abiertos, si bien los niños no podrán interactuar y los agentes los podrán desalojar si observan un exceso de gente en su interior.

En aras de rebaja la densidad, Cuomo también ha propuesto cerrar calles de Nueva York, que se han quedado con muy pocos vehículos, y se cedan a los transeúntes, de manera que se incrementen las distancias entre ellos.

“No seáis reactivos, sed productivos. Esto se va a alargar unos meses y hemos de afrontar una nueva realidad. ¿Qué hacer con este tiempo? Evitad los efectos negativos, no desestiméis el trauma emocional y el impacto del aislamiento. El objetivo es mantener la distancia social y estar conectados espiritualmente”, reflexionó Cuomo el lunes tras nuevos datos que indican un crecimiento de momento imparable de los casos de contagio.

El gobernador decretó una medida urgente y obligatoria para que los hospitales incrementen un 50% su capacidad. Esto debería permitir alcanzar las 75.000 camas. Señaló que luego esto se aumentará al 100%. Esta situación, que permitiría salta de 50.000 camas a más de 110.000, precisa, por tanto, de personal sanitario, por lo que se ha llamado a retirados y personas con conocimientos en la materia.

El otro apartado deficitario es el del material, en especial máscaras y ventiladores para aplicar a los casos más graves. Cuomo insistió en que se aplique la legislación propia de guerra y se nacionalice la producción, circunstancia a la que se opone el presidente Donald Trump.

Cuomo visitó también las instalaciones del Centro de Convenciones Javits, en el lado oeste de Manhattan. Es uno de los espacios en los que con la colaboración de la agencia federal de emergencias (FEMA),se han empezado a instalar cuatro centros sanitarios cada uno con capacidad para 250 camas. La Guardia Nacional, desplegada después de que la Casa Blanca declarara el estado de desastre, colaborará en la edificación de otros tres hospitales de campaña en diferentes zonas del estado.

El gobernador justifica la remontada en positivos en que Nueva York es más denso, con gente llegada de muchos lugares diferentes, y por la espectacular subida en la realización de los test. En diez día se ha pasado de 1.000 personas analizadas por jornada a 20.000 diarias. Sólo en la ciudad se han sometido 33.003 personas a diagnóstico, de las que 6.614 se hicieron el domingo. Ese día, en torno al 25% de los test cumplimentados a escala nacional se han llevado a cabo en el estado de Nueva York. Esto le coloca en test per cápita por encima de Corea del Sur, que marcaba “la regla de oro”, según dijo.

De los cerca de 21.000 positivos, 2.635 se encuentran hospitalizados, lo que representa un 13%. De estos, un 24%, 621 pacientes, están en la unidad de cuidados intensivos.

En su apartado de “opiniones personales”, Cuomo trata de mantener la moral de la población con una compasión que están en las antípodas de la actitud de Trump.

“No puedo abrazar o besar a mi hija, que es lo natural. Esto nos desorienta, porque es lo que hacemos de forma natural en la sociedad. No estamos preparados para esto pero aprenderemos de esta situación para la próxima ocasión”, constató.

Cuomo requirió a los ciudadanos que no se dejen llevar por la ansiedad a causa de la necesidad de hacerse con suministros de comida o de gasolina porque “no faltarán”. Y buscó la cara positiva de la situación: “Hay menos ruido, tenéis más tiempo y flexibilidad, podéis disfrutar más de la familia o hacer aquello que hace tiempo decías que harías. Es una situación loca, pero también puede ser un bonito regalo”.

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