OMS exhorta a producir más dexametasona

OMS exhorta a producir mas
La organización Mundial de la Salud reveló que los casos globales de COVID-19 alcanzaron ayer los 8.84 millones.

Ginebra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó ayer que, una vez determinado el potencial de la dexametasona para salvar las vidas de los pacientes graves de COVID-19, es el momento de aumentar la producción de este fármaco y asegurar su distribución en todo el mundo.
La exhortación de la OMS se produce en momento en que el mundo alcanzó ya los 8.84 millones, mientras que los fallecidos confirmados ascienden a 465,460.

“El desafío ahora es incrementar la producción y distribuir de forma rápida y equitativa la dexametasona, especialmente donde sea más necesaria”, subrayó en su intervención de hoy ante los periodistas el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, desde la sede del organismo en Ginebra.

El experto etíope confirmó que desde la semana pasada ha aumentado la demanda de este fármaco, un esteroide que se utiliza desde la década de 1960 en otras dolencias y que es muy económico, pues no es necesaria licencia para su producción.
“Afortunadamente, es una medicina barata y de la que hay fabricantes en todo el mundo, así que estamos confiados en que éstos aceleren su producción”, subrayó Tedros.

El responsable de la OMS añadió que debe darse prioridad a los países que más casos tienen en la actualidad, y la producción y distribución debe llevarse a cabo “con transparencia y constante supervisión” para evitar productos falsificados o por debajo de los estándares de calidad.

Reiteró que “debe usarse sólo con pacientes graves o críticos” de COVID-19, ya que no hay evidencia de que tenga efectividad en casos leves o como forma de prevenir contraer el coronavirus en personas sanas. Tedros subrayó que ha vuelto a batirse el récord de casos diarios (más de 183.,00 el domingo) debido a que muchos países siguen en el momento álgido de la pandemia e incluso “algunos que han suprimido con éxito la transmisión están experimentando una reincidencia de casos a medida que reabren sus sociedades y economías”.

“Todos los países enfrentan un difícil equilibrio entre proteger a su población y minimizar el daño socioeconómico”, admitió Tedros, quien, sin embargo, subrayó que “no se trata de elegir entre vidas y trabajos, todos los países pueden preservar ambas cosas”.

Se registran 8.84 millones de casos

En otro orden, la OMS reveló que los casos globales de COVID-19 alcanzaron ayer los 8.84 millones, mientras que los fallecidos confirmados ascienden a 465.460, en 24 horas se volvió a batir el récord de infecciones diarias, con más de 183,000, algo favorecido por el alza de casos en Estados Unidos y Brasil, los dos países más afectados del mundo (el territorio brasileño superó el fin de semana la barrera del millón de habitantes).

También destaca el hecho de que África ha superado en número de casos (224,000) a Asia Oriental-Pacífico, que pese a ser el lugar de origen del coronavirus es actualmente la región menos afectada del mundo, con 205.000 contagios, frente a 4,37 millones en América y 2,52 millones en Europa.

Por países, preocupa la gráfica de Estados Unidos, que parece entrar en un segundo pico de infecciones, y la de naciones latinoamericanas como Perú, que superó a España para colocarse como la sexta más afectada del mundo, con más de 250.000 casos.

Chile, con 242,000 casos y en octavo lugar, también está próximo a adelantar a España, que el domingo puso fin a su estado de alarma tras más de tres meses de confinamientos.

Brasil convive con las crisis sanitaria y política

Brasil llegó a casi 51,000 muertos por coronavirus y 1.1 millones de enfermos, en medio de una crisis sanitaria que convive con las serias turbulencias políticas desatadas en torno al Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro. Según una base de datos elaborada por un consorcio de un medio de comunicación que se apoya en estadísticas de Gobiernos regionales, el país llegó este lunes a un total de 50,737 fallecimientos, tiene casi 1,100,000 de casos y se ratifica como uno de los grandes focos mundiales de la pandemia. El Gobierno de Bolsonaro, más preocupado con una crisis política vinculada a asuntos de corrupción que tramitan en tribunales, parece distanciado de la situación sanitaria, cuya resolución ha dejado en manos de las Administraciones regionales y municipales, responsables de las medidas de aislamiento social que el mandatario censura. Pero las controversias sobre la gestión del Gobierno de Bolsonaro frente al coronavirus, que parece ignorar al punto de que ha tildado a la enfermedad de “gripecita”, tienen reflejos también en el ámbito regional y municipal, en los que no son pocas las discordias. Una de las mayores está instalada en el estado de Río de Janeiro, uno de los más afectados por el patógeno y donde este lunes dimitió el secretario de Salud del Gobierno regional, Fernando Ferry.

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