José Mena se levantó hoy a las 5:40 de la mañana para viajar junto a su familia desde Santo Domingo a la popular Playa Juan Dolio, provincia San Pedro de Macorís. Allí se encontró una arena, cálida, brisa fresca y «lo más placentero», pocas personas.
Las provocadoras aguas de un radiante color turquesa, acompañadas de unas temperaturas de entre 24 y 28 grados celsius, invitan a cualquiera a darse un chapuzón. A pesar del idóneo clima, la concurrencia de bañistas se muestra tímida en comparación a los demás días de Triduo Pascual.
José y su familia de seis son parte de los millones de dominicanos que cada año se movilizan durante el asueto de Semana Santa. Este ciudadano contó a Diario Libre que lo que más le ha gustado es la seguridad que han encontrado.
Esta playa de Juan Dolio exhibe un gran presencia de los organismos de emergencia como la Defensa Civil, la Policía Turística (Politur), Armada, Policía Nacional, entre otros.
Juan Cabrera, director de la Defensa Civil en Juan Dolio, aseguró que hasta el momento no han tenido mayores eventualidades y estarán en operaciones consecutivas hasta el Domingo de Resurrección.
«Desde el día de ayer no tenemos ningún hecho lamentable y todas las personas están acatando los llamados de las autoridades», reiteró.
A seis kilómetros, en Playa Guayacanes, la asistencia de personas es casi nula al igual que la presencia de brigadistas. Durante la visita de este periódico, solo se presenciaron algunos pocos oficiales de la Politur.
Tradicionalmente el Viernes Santo es un día de reflexión y penitencia, en el que se conmemora la muerte de Jesucristo, sin embargo, la modernidad ha convertido la sacra fecha en un escape de intenso turismo de Sol y Playa.
También se muestra poco tráfico en la popular Autovía del Este, que es la ruta para quienes escapan estos días a las provincias La Romana, San Pedro, La Altagracia, Hato Mayor y El Seibo.
Se espera que en horas de la tarde la actividad de personas aumente, pero se recuerda que las playas están abiertas desde las 6:30 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.
Vendedores en la playa
Comerciantes de estos dos polos turísticos coinciden en que la afluencia de visitantes en esta fecha ha disminuido frente a años anteriores.
De los vendedores consultados, preferieron mantener sus declaraciones anónimas, pero aseguran que esta reducción podría ser por el alto costo que representa para el dominicano ir a estas playas.
Octavio, de Guayacanes, se animó a hablar con Diario Libre y definió la actividad como floja; «a esta hora un Viernes Santo en años pasados no cabía una gente», agregó.
