l miércoles, Donald Trump reveló su lista actualizada de posibles candidatos a la Corte Suprema. La promesa de un banco repleto de conservadores fue clave para convencer a la derecha religiosa de que lo respaldara en 2016, y en medio de una dura batalla por la reelección, parece estar intentando recordar a los evangélicos por qué votaron por él en primer lugar. “Durante los próximos cuatro años, el presidente de Estados Unidos elegirá a cientos de jueces federales y, con toda probabilidad, a uno, dos, tres e incluso cuatro jueces de la Corte Suprema”, dijo Trump en una conferencia de prensa . «El resultado de estas decisiones determinará si nos aferramos a los principios fundacionales de nuestra nación o si se han perdido para siempre».
¿A quién podría confiar Trump esos «principios fundamentales»? Ted Cruz , Tom Cotton y Josh Hawley , tres senadores de extrema derecha que son ferozmente leales al presidente, fueron los titulares añadidos a la lista de SCOTUS. Si bien Hawley ya se ha retirado , Cruz y Cotton han dejado en claro que estarían felices con nombramientos de por vida en la banca. «La Corte Suprema podría usar algunos jueces más que entiendan la diferencia entre aplicar la ley y hacer la ley, lo que hace la Corte cuando inventa el derecho al aborto, viola la libertad religiosa y erosiona la Segunda Enmienda», tuiteó Cotton.después del anuncio. Luego, como para asegurarse de que la derecha religiosa entendiera el punto, dio una idea adicional de cómo gobernaría:
It’s time for Roe v. Wade to go.
— Tom Cotton (@TomCottonAR) September 9, 2020
The Second Amendment protects your right to own a gun—period.
— Tom Cotton (@TomCottonAR) September 9, 2020
The First Amendment protects your right to worship. End of story.
— Tom Cotton (@TomCottonAR) September 9, 2020
Si bien la idea de una «Justicia Cruz» o un «Justicia Algodón» podría proporcionar aún más motivación a los demócratas, moderados y cualquier persona repelida por la idea de «tocino ametralladora» para movilizarse detrás de Joe Biden , queda por ver qué La obertura servirá para cimentar la posición de Trump con los votantes religiosos. Aunque Trump entregó a dos conservadores a la banca, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh , algunos conservadores religiosos supuestamente se sienten «traicionados» por el tribunal superior después de un período que incluyó algunas victorias liberales sorprendentes, aunque limitadas. Eso no ha sido suficiente para hundir a Trump con los evangélicos blancos, una gran mayoría de los cuales han dicho en las encuestas.volverán a votar por él, pero su aprobación entre el bloque se ha debilitado. Muchos conservadores religiosos pueden ver a Trump como un conducto para sus puntos de vista, pero nunca ha sido un hombre de fe; su visita más destacada a una iglesia en los últimos cuatro años fue cuando posó fuera de una, sosteniendo una Biblia boca abajo, después de haber manifestantes pacíficos gaseados frente a la Casa Blanca. Y aunque los aliados de Trump como Lou Holtz han tratado de presentar a Biden como un «católico solo de nombre», las profundas convicciones religiosas del retador demócrata no están realmente en disputa.
Con las encuestas que sugieren que Biden podría comerse el apoyo cristiano de Trump, y los llamamientos del presidente a los votantes religiosos aparentemente no lograron detener la tendencia, algunos de sus asesores están cada vez más preocupados. Incluso si Biden no atrae a la mayoría de evangélicos y católicos en noviembre, quitarle una parte a Trump podría arruinar las posibilidades del presidente. «Si bien se dijo en 2016 que Donald Trump era grandilocuente y crudo, siempre insinuó que sería presidencial cuando necesitaba serlo» , dijo a Politico el pastor de Minnesota Doug Pagitt , director ejecutivo de Vote Common Good, a Politico el jueves. Los votantes religiosos «se han dado cuenta del hecho de que [Trump] no ha cambiado ni un ápice».