Moca. En la lucha encarnizada que supuestamente mantienen propietarios de bancas de lotería, una mujer resultó con quemaduras en el rostro ocasionadas por varios individuos.
Sofía Mercedes García, de 47 años, narró que fue atacada por un hombre que se presentó la noche del lunes con supuestas intenciones de quemar la banca Loteka, ubicada en la comunidad Cuero Duro de Moca, en la provincia Espaillat. Horas antes, el presunto atacante junto a otros individuos, hicieron 20 disparos que impactaron a la banca que opera en el terreno de García, cercana a su vivienda familiar y un colmado que regentea junto a su esposo Rafael Camacho. El atacante, quien llegó en un carro Sonata mamey, dejó un papel con un ultimátum que advierte: “Prohibido la creación de nuevas bancas, prohibido las ofertas, si no… esta será la próxima quemada, atentamente, Los Diablos Sueltos”.
Agresión
De acuerdo a las versiones de los comunitarios, la lucha soterrada por el control de juegos de azar de lotería ha dejado ya siete bancas quemadas en los últimos días en comunidades como Higüerito, El Aguacate, San Víctor, todas de Loteka. “El hombre que me ocasionó las quemaduras llevaba una gorra y una mascarilla y cuando iba para el colmado le pregunté lo que buscaba en propiedad ajena, y él me dijo: ‘esto’, y me lanzó la gasolina”, narró García.
Las quemaduras la dejaron totalmente inconsciente durante un tiempo. Al escuchar el grito, uno de los hijos de la dama logró salir en su auxilio y la llevó a un centro de salud. “Ahora amenazan con quemar mi casa y el colmado como forma de amedrentarnos”, adujo Sofía Mercedes García. Aunque por la casa han pasado agentes policiales, Rafael Camacho espera la presencia permanente ante el temor a ser atacados en represalia por la denuncia. La disputa ha generado temor entre vecinos.
La quemaron para robarle
En el mes de enero del pasado año, delincuentes ocasionaron quemaduras a Yokasty Altagracia Campos, de 30 años de edad, al pegarle fuego a una estafeta donde laboraba como banquera en la comunidad Las Palmas de Monte Adentro, en Santiago. Campos, quien era madre de un niño de apenas meses de nacido, falleció ocho meses luego, tras una larga batalla por su vida.