Texto: Bolivar Mejía Fotografía: Saturno Vásquez
Salir de Santo Domingo en dos guaguas de 50 pasajeros, más el staff del tour hacia Rio Partido en Salcedo, es una verdadera aventura. Una de las vías para llegar al destino es pasando por Moca, salir por Juan López, alcanzar Villa Trina y desde ahí seguir hasta el municipio de Salcedo. Allí nos esperaron los guías para llevarnos a conocer uno de los ríos más hermosos del país, Rio Partido, famoso por la coloratura que adquieren sus aguas, por el efecto de las rocas y los minerales que hay dentro del lecho.
Pero cuando en el trayecto ocurren imprevistos, la travesía se torna más estresante para los miembros del staff y los viajeros. En esas ocasiones hay personas que no entienden, que hay eventos sobre los cuales nadie tiene control, sobre todo si se trata del desperfecto de un vehículo, algunas personas se ponen necias y para lidiar con ellos hay que estar preparado. Al viaje del domingo pasado, el segundo de Popí Tours, salimos de la acostumbrada parada en Sambil, con dos autobuses de 50 pasajeros, sin contar los miembros del staff, uno de ellos presento fallas casi desde el inicio del viaje y llegando a Bonao el vehículo se detuvo y no pudo seguir.
Pudimos llegar a la Vega, donde la empresa de transporte exhibió una vez más una conducta irresponsable y suplió un vehículo de menos capacidad que el contratado por el turoperador.
Al final el Staff manejo con profesionalidad la situación que se presentó y pudimos llegar al destino, con retraso, pero con ganas de comenzar a disfrutar de la excursión, los guías organizaron el grupo y comenzamos a bajar la loma que conduce a la quebrada por donde corre el cauce del famoso Rio Partido. Es un trayecto transitado por mulos, caballos y burros, los cuales son alquilados por algunos lugareños, para las personas que no desean hacer el trayecto a pie, estaba lloviendo y esto contribuye a que el camino se empantane y se ponga resbaloso, añadiéndole otro grado de dificultad a la travesía, pero como andábamos de aventura, esto solo contribuyó a exaltar los ánimos, conque los Popiaventureros enfrentaron los retos que les esperaban.
Bajamos la empinada cuesta y llegamos al rio, donde cientos de personas ya disfrutaban del baño, algunos se lanzaban de las rocas hacia uno de los charcos y como habíamos llegado tarde, casi al medio día, en vez de comer, los guías sugirieron que iniciáramos de una vez el recorrido. Recogimos los chalecos salvavidas y subimos por el curso del rio hacia los diferentes charcos y cascadas que conforman esta espectacular fuente de agua. Una de las cosas que nos impactó, fue la naturaleza virgen del lugar y aunque había muchos visitantes, la mayoría dominicanos, la limpieza se mantiene en los alrededores, los guías y las personas de las comunidades circundantes, se preocupan porque las personas no arrojen plásticos, ni desechos que puedan impactar negativamente el medioambiente y la naturaleza.
El staff de Popí Tours ejerce el turismo de manera responsable, en la guagua explicaron a los Popiaventureros la importancia del atractivo natural que iban a visitar y por qué no debían dejar más que sus huellas en el trayecto que iban a recorrer; luego los guías se encargaron de apuntalar estas recomendaciones. Como el viaje tiene un grado de dificultad medio alto, el equipo se preocupa porque los excursionistas, no ingieran bebidas alcohólicas, antes de iniciar la caminata, para evitar accidentes o que los guías tengan que subir la loma con personas intoxicadas a cuesta o en mulos, como les sucede a menudo.
La experiencia es espectacular. Como estaba lloviendo y había mucha gente el rio no exhibió sus mejores prendas y el azul turquesa de sus aguas se veía blancuzco, además, la gente no deja la manía de escribir sus nombres en las rocas, esto le agrega ruido a un paisaje, que debe permanecer intacto, por eso siempre le digo al tour operador con el que viajo y a los organizadores de excursiones, que deben sensibilizar a las personas con las que viajan. El viaje debe ser diversión y aprendizaje, para que los dominicanos aprendamos a disfrutar nuestros atractivos, pero también a quererlos y protegerlos para que nuestros hijos, que forman parte de las futuras generaciones, tengan la oportunidad de disfrutar de ellos. Los recursos naturales son finitos, sino los cuidamos se pierden. Otra de las cosas por las cuales debe velar el Ministerio de Turismo y su par Medio Ambiente, es la capacidad de carga de los atractivos, deben establecer que cantidad de visitantes se pueden recibir a la vez, para evitar el desborde y deterioro de los recursos.
Esta vez no pudimos hacer el recorrido completo por el contratiempo y el hambre, pero al menos visitamos unos tres o cuatro charcos, vimos varias caídas de agua, conocimos el famoso honguito y en todo el trayecto disfrutamos del chapuzón en el agua fría que baja por el rio. Bajamos de nuevo, volviendo sobre nuestros pasos, a tomar el almuerzo. Otra cuesta nos esperaba, pero con el motor del hambre impulsando voluntades, la subimos sin chistar. Una vez terminamos de almorzar, después de un ligero reposo, iniciamos la subida de regreso. La mayoría remontamos la loma con ligeras paradas para tomar aire; algunos alquilaron mulos para subir. Los más rezagados llegaron junto a los guías, dos personas muy responsables, a donde esperaban las guaguas para salir de regreso a la ciudad, alrededor de las 7 de la noche.
Pero al subir nos esperaba una sorpresa a los que habíamos hecho la mayoría del trayecto de pie; la gerencia de Popí Tours preocupada por la comodidad de las personas que subían cansadas luego de la travesía, además inquietas por el incómodo viaje que les aguardaba, sin escatimar costo, alquilo otro autobús mediano, para que los Popiaventureros cansados, pudieran regresar cómodos a Santo Domingo. Los muchachos encabezados por su líder Misael Mejía, dieron cátedra de responsabilidad y gestión en momentos de crisis. felicitaciones de mi parte, Dios los esta preparando para retos mayores, se la comieron nueva vez, sigan así que el futuro es promisorio.