¿Quién vela por los recursos del estado en medio de la pandemia por coronavirus que tiene al país -y al mundo- en estado de emergencia y realizando compras extraordinarias en medio de la escasez de insumos y medicamentos para hacer frente a la crisis?
Parte de las medidas extraordinarias que contempla la situación actual es la realización de compras de emergencia y la aceleración de procesos para garantizar que los suministros lleguen a tiempo a quienes los requieren.
De hecho, el 19 de marzo, mediante el decreto 133-20, el presidente Danilo Medina declaró de emergencia las compras y contrataciones de bienes y servicios indispensables para la ejecución de iniciativas de prevención, asistencia médica y construcción de infraestructura de salud pública ante COVID-19.
Al ser cuestionado sobre el gasto presupuestario que el COVID-19 ha representado para el estado dominicano y la posibilidad de hacer pública la información sobre las compras y contrataciones que se realicen en medio de la crisis, el ministro de Salud Rafael Sánchez Cárdenas aseguró que toda la información está disponible en el portal institucional.
“Todas las compras que se hacen se suben al portal, por tanto son públicas y pueden ser consultadas por la población”, aseguró el ministro.
Sánchez Cárdenas enfatizó que están en capacidad de poner en manos de quien lo requiera todos los procesos de compras que se han realizado. Pero aclaró que debido a la situación mundial el país ha tenido que hacer compras “a quien tuviera los productos, a veces a precios con diferencias a pesar de los regateos”.
La pregunta se la hicieron este viernes durante la lectura del boletín 8 sobre el estado de situación del país ante el coronavirus y estuvo motivada por la publicación de Transparencia Internacional en la que se advertía ante la crisis que vive el mundo por el COVID-19 se incrementa la posibilidad de corrupción en la atención médica.
A lo largo de siete puntos la organización no gubernamental planteaba riesgos a la transparencia en el contexto actual y hacían sugerencias para afrontarlos de modo de que la corrupción no tuviera paso en las naciones.
Al referirse a las compras y contrataciones, Transparencia Internacional recomendaba a los gobiernos “tener procesos de contratación abiertos y transparentes permitirán que se identifique de forma más rápidas las alarmas de posibles actos de corrupción, dejando a los corruptos menos espacio para esconderse y asegurando que los gobiernos reciben precios justos para proveer el mejor cuidado posible a los pacientes”, considera la organización al plantear que la demanda de medicinas y equipos es un posible riesgo de confabulación para el aumento de los precios.
Sobre los sobreprecios impuestos a productos como las mascarillas, guantes y gel antibacterial que escasearon inmediatamente comenzó la expansión del virus en Asia, se recomienda que compañías, como ha hecho Amazon, y gobiernos, como hizo el de India, establezcan mecanismos para que los ciudadanos denuncien estos abusos y se evite el enriquecimiento de comercios en base a acciones antiéticas.