¿Se debe gobernar al ritmo de las redes?

¿Se debe gobernar al ritmo de las redes
Víctor Bautista y Melvin Peña.

El dilema que enfrentan los gobiernos hoy es si gobernar al ritmo que imponen las redes sociales que en un momento “se piensa que el mundo se acaba” y cómo enfrentar y resistir las críticas que reciben cuando sus decisiones no le gustan a los usuarios.
La encrucijada del PRM está en que la presión de sus cuadros políticos, para que coloque en puesto a los que sugieren, es más fuerte que la ejercen los usuarios de las redes, aunque se sientan menos. El caso de la superintedente del Seguro e influyente miembro del PRM, Josefa Castillo, es el que más ruidos ha generado. Los “independientes” pujan con toda potencia para que el puesto recaiga en Claudio Caamaño, mientras los políticos apoyan al hijo de Castillo, Jheyson García.

El gobierno resistió las críticas de las redes por la modificación a la Ley de Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) para poder nombrar al abogado Wellington Arnaud como director y mantiene al dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el cargo. También se ha plantado ante las críticas por la designación de varios miembros de una familia en cargos en el Estado.

¿Se puede o debe gobernar al ritmo que impongan las redes sociales?

Los especialistas en comunicación, Víctor Bautista y Melvin Peña, dicen que no, que lo que se impone es ser selectivo y cuidadoso con los casos. “No se debe gobernar ignorando las redes sociales, pero es necesario prestar atención en forma selectiva a partir de un monitoreo inteligente, analítico y medible para no tener reacciones ante cualquier ruido pasajero o ante cualquier tendencia artificial”, expresó Bautista.

Agregó que el ejercicio gubernamental debe estar acompañado de la comunicación estratégica porque la dirección del Estado ahora se ha vuelto complicado porque estamos en la época de la hipertransparencia y de un activismo ciudadano nunca antes visto.

“Nada queda oculto, todo se descubre, pero no basta con tener una buena estrategia de comunicación ni el mejor equipo que lo ponga en marcha, es necesario lograr la gobernabilidad sobre la base de las mejores prácticas, la ética y que sea auditable”, expresó el especialista en comunicación estratégica.

Bautista recomienda a los gobiernos componer buenos equipos de comunicación estratégica y monitoreo de temas en las redes sociales para tomar deciones acertivas. Califó el desarrollo de la comunicación en las redes como instancias caóticas, pero que tienen un poder importante para establecer estados de opinión.

De su lado, Peña sostiene que es imposible complacer permanentemente la vocinglería de Twitter todo el tiempo, aunque los gobernantes o los políticos quisieran.

“Habrá temas en que es imposible tener a las mayorías de acuerdo. Hay temas, por demás, que nos dividen mucho, como el abordaje del tema haitiano, las tres causales, los derechos de la comunidad LGBT, los impuestos, el toque de queda, etc. En esos temas es imposible tener a todos complacidos y en algunos casos ni siquiera a las mayorías”, subrayó.

Explicó que un político que escucha y tiene en cuenta a los ciudadanos, se gana su respeto, pero que un político que todas sus decisiones y convicciones las somete a un concurso de popularidad igualmente pierde respeto.

“En algún momento, deberá tomar decisiones a costa de su popularidad y cuando ese momento llegue debe mantenerse firme a sus convicciones, a su narrativa y a su idea de lo que es correcto. Twitter es volátil, instantáneo, pero un político debe tener sentido de la historia”, concluyó.

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