Sobrepeso y diabetes aumentan riesgos para mexicanos ante coronavirus

El sobrepeso, la diabetes o la hipertensión que padecen millones de mexicanos convierten al país en caldo de cultivo para decenas de miles de casos graves de COVID-19 y prueba de ello es que la mayoría de los fallecidos ya registrados tenían algún factor de riesgo.

“La mayoría de las muertes que ocurran en México durante la presente epidemia estarán asociadas con el grave problema de obesidad que vive el país”, dijo a Efe Abelardo Ávila, director de Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

La obesidad, que afecta a unos 96 millones de mexicanos, ha estado presente en la mayoría de las ocho muertes por COVID-19 en México, y al menos cinco de las personas que fallecieron también padecían diabetes.

Según las autoridades mexicanas de salud hay ya registrados 585 casos de contagio del coronavirus.

La diabetes, que en la mayoría de los casos es resultado de la obesidad, afecta en México de 12 a 14 millones de pacientes, y es una enfermedad que modifica el sistema inmunológico.

“Las hace más vulnerables no solo a contraer el virus sino a desarrollar mayores complicaciones”, dijo a Efe Antonio Gómez, presidente médico de la Asociación Mexicana de Diabetes.

Explicó que un paciente con diabetes, independientemente del COVID-19, suele permanecer en el hospital más del doble de días que uno que no padece la enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud ha estimado que el porcentaje de casos graves, aquellos que requieran cuidados intensivos, hospitalización y ventiladores, será del 7 % cuando México llegue a la fase 3, donde el brote será pandémico y los casos se presenten por miles.

“A diferencia de otros países, (México) tiene una altísima tasa de diabetes, una tasa de obesidad que está asociada con otras enfermedades, entonces es una población que está más en riesgo”, advirtió Cristian Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud en México.

COMPLICACIONES MUESTRAN ESCASA PREVENCIÓN

Que México pueda tener un mayor número de casos que se compliquen, dijeron los especialistas, responde al retraso en la implementación de políticas como el etiquetado de advertencia.

“Estamos viendo cómo la consecuencia de no haber actuado antes con las enfermedades crónicas, la podremos vivir con mucha fuerza el día de hoy”, sostuvo Ana Larrañaga, coordinadora de la coalición ContraPESO.

Ávila lamentó que el etiquetado no se haya aplicado antes: “lo debimos haber puesto desde el 2008, así hubiéramos evitado millones de casos de diabetes en el país”, manifestó.

Dijo que hoy México está siendo víctima de minimizar la efectividad de este tipo de políticas y va ” a pagar las consecuencias”.

EL ESTRÉS POR RIESGO DE INFECCIÓN

Adriana Reyes teme por la salud de su padre un hombre de 85 años que, si bien está estable en su diabetes, se encuentra por su edad en el grupo de riesgo.

“Sabemos que su situación es complicada, no lo dejamos salir, pero a él le gusta sentirse productivo y ahora, además, se encuentra preocupado y deprimido”, manifestó.

Fernando Gómez es un hombre que el año pasado estuvo en el hospital por una insuficiencia respiratoria que casi lo lleva a la muerte.

Tiene más de 60 años, ha sido fumador toda su vida, padece obesidad y sufre de enfermedad renal crónica en etapa 2. El doctor ha sido claro con él: si le ataca el virus, su cuerpo no resistirá.

Pese a las restricciones, sigue trabajando como administrativo en una empresa constructora pues no le han dejado faltar, pero asiste con miedo.

“Sé que si me da COVID-19 puede ser letal, pero no puedo dejar de trabajar”, insistió.

Le preocupa también su esposa, quien padece diabetes y, aunque está controlada, trabaja en un hospital con lo que corre el riesgo de infectarse.

“Da mucho miedo, pero hay que seguir con nuestras vidas, no podemos darnos el lujo de dejar de trabajar”, afirmó.

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