Taller Arzuaga, el restaurante gastronómico de Bodegas Arzuaga, ha obtenido su primera estrella Michelin, convirtiéndose así en la primera bodega de la Denominación de Origen Ribera del Duero con el reconocimiento de la prestigiosa guía roja dentro de su propio complejo enoturístico.
El acto de presentación de la Guía Michelin 2020 para España y Portugal celebrado anoche en Sevilla otorgaba al restaurante Taller Arzuaga su primera estrella Michelin. El establecimiento, integrado en las instalaciones de Grupo Arzuaga, en el municipio vallisoletano de Quintanilla de Onésimo, está dirigido por Amaya Arzuaga y cuenta con Víctor Gutiérrez como director gastronómico.
Taller ofrece a sus comensales una cocina de calidad, en la que el respeto al producto y el cuidado en cada una de las elaboraciones se unen a un especial detalle en lo que a estética se refiere. Además de los menús Reserva y Gran Reserva, ofrece también la posibilidad de disfrutar de una serie de tapas gastronómicas y otras propuestas como catas de vino o aceite.
Una bodega con estrella
El restaurante de esta bodega —la primera de la DO Ribera del Duero con una Estrella Michelin dentro de sus instalaciones— apuesta por la gastronomía kilómetro 0, por la que se trabaja dentro de sus menús con productos locales como la caza de la Finca La Planta de Arzuaga o los aceites que ellos mismos elaboran. Todo ello en un espacio frente a los viñedos de la Ribera del Duero. Arzuaga
“Este reconocimiento es el estímulo para seguir defendiendo la creatividad, la vanguardia y la alta cocina en el corazón de la Ribera del Duero. Hemos conseguido mantener nuestra personalidad en Taller Arzuaga dentro del conjunto del complejo de Arzuaga, apostando por la calidad y por la tierra en la que nos encontramos”, comenta Amaya Arzuaga.
Por su parte, Víctor Gutiérrez director gastronómico del restaurante, opina que “esta estrella es el premio al trabajo bien hecho, aunque ahora hay que mantenerla todos los años”. En cuanto al resto del equipo, con John Mendoza como jefe de cocina, todos ellos se muestran “orgullosos ante esta primera estrella Michelin, que supone un reto que obliga a continuar con el trabajo realizado, conscientes de que supone un foco internacional que reconoce el prestigio y la calidad de propuestas gastronómicas de alta cocina”.