En la mañana del pasado jueves se descubrió que la estatua de George Floyd en Brooklyn (Nueva York) había sido vandalizada luego de menos de una semana de su inauguración.
La cara de la estatua amaneció parcialmente pintada de negro y en el pedestal estaba escrito el texto «PatriotsFront.Us». El crimen habría ocurrido sobre las tres de la madrugada.
De acuerdo con la policía, otra estatua de Floyd en Nueva Jersey también habría sufrido vandalismos.
El medio local New York Daily News informa que el grafiti del pedestal corresponde a la dirección del sitio web de un grupo neonazi de supremacía blanca, por lo que se trataría de un crimen de odio racial.
Andrew Cuomo, el gobernador del estado, declaró que ha ordenado al Grupo de Trabajo de Crímenes de Odio de la Policía del Estado de Nueva York «que ofrezca su ayuda en la investigación de este incidente». Además, Cuomo también se dirigió a los responsables del vandalismo, exigiéndoles que «se larguen del estado».
La estatua de George Floyd (creada por el artista Chris Carnabuchi) fue inaugurada durante la celebración del ‘Juneteenth’, un día festivo a nivel federal, y estaba previsto que permaneciera en Brooklyn Plaza durante dos o tres semanas antes de trasladarse a Union Square.