La justicia italiana abrió una investigación contra el arrendatario del histórico Antico Caffè Greco de Roma, uno de los cafés más antiguos del mundo, tras el retiro no autorizado de pinturas, esculturas y mobiliario del siglo XVIII que formaban parte del patrimonio cultural del establecimiento.
Según informó EFE, los carabineros incautaron varias de estas piezas para realizar un nuevo inventario y resguardarlas en depósitos oficiales, al considerar que existía riesgo de dispersión o destrucción. Muchos de los bienes estaban declarados de interés cultural y, por ley, no pueden separarse del inmueble.
El Antico Caffè Greco, fundado en 1760 y ubicado en la elegante Via dei Condotti, ha sido escenario de una prolongada disputa legal entre los propietarios del inmueble, el Ospedale Israelitico, y los gestores del negocio. El contrato de alquiler venció en 2017, y tras años de litigios, el Tribunal Supremo italiano falló a favor de los dueños en 2023, ordenando el desalojo definitivo. Sin embargo, la medida aún no se ha ejecutado, lo que ha prolongado la tensión entre ambas partes.
El local, célebre por sus salones decorados con terciopelo rojo y su clientela de artistas, escritores y celebridades, permanece cerrado mientras se define el futuro del inmueble. En el entorno inmediato, conocido como el “cuadrilátero del lujo” de Roma, conviven marcas como Cartier y Bvlgari, lo que eleva el valor estratégico del espacio.
Más allá de la batalla jurídica, el caso ha despertado inquietud entre los trabajadores, que denuncian que unos 600 empleos están en riesgo. Tanto los arrendatarios como los propietarios aseguran querer proteger el patrimonio histórico, pero las motivaciones económicas siguen marcando el rumbo del conflicto.
El próximo intento de ejecución del desalojo está previsto para diciembre, luego de una nueva audiencia fijada para el 26 de noviembre. Mientras tanto, la incógnita sobre el destino del Caffè Greco, joya cultural con más de 260 años de historia, sigue sin resolverse.
