Al menos 75 personas quedaron atrapadas y dos permanecen desaparecidas en el municipio de Guangfu, en el condado de Hualien, tras la crecida repentina de un lago natural formado en el cauce del arroyo Matai’an. El fenómeno fue consecuencia directa de las intensas lluvias que dejó a su paso el supertifón Ragasa este martes.
Según informó la agencia EFE, la emergencia se originó cuando la presa natural del afluente cedió alrededor de las 2:50 de la tarde, hora local. El desbordamiento liberó una avalancha de agua cargada de lodo y escombros que arrasó con calles enteras, dejando a varias zonas del casco urbano completamente sumergidas. Testigos narraron que en algunos sectores el nivel del agua alcanzó los techos de las viviendas.
Imágenes difundidas por medios taiwaneses mostraron escenas dramáticas: familias refugiándose en azoteas y personas trepando a los vehículos para esperar ser rescatadas. La Oficina de Bomberos de Hualien desplegó brigadas de auxilio con apoyo de equipos especializados enviados desde Taipéi, Nuevo Taipéi y Taitung. A la labor oficial se sumaron grupos civiles que aportaron embarcaciones para evacuar a los afectados.
Horas antes, el Centro Central de Operaciones de Emergencia había advertido del riesgo de desbordamiento en la vecina localidad de Wanrong, por lo que se ordenaron evacuaciones preventivas y se reforzó la vigilancia del cauce. Sin embargo, la fuerza del Ragasa terminó por agravar la situación.
El condado de Hualien figura entre los más golpeados por las lluvias torrenciales de este supertifón, que mantiene bajo alerta a gran parte del sureste de China y de Taiwán. Meteorólogos locales advierten que las precipitaciones podrían continuar en las próximas horas, aumentando el riesgo de nuevos deslaves e inundaciones.