El Gobierno dominicano incineró este jueves dos toneladas de materia prima utilizada en la fabricación de medicamentos falsificados, con capacidad para producir alrededor de 12 millones de dosis. En la misma operación se destruyeron más de siete millones de unidades de cigarrillos ilegales, 9.5 millones de estimulantes sexuales adulterados, además de alcohol, clerén y otros productos ilícitos.
De acuerdo con las autoridades, este operativo representa un golpe contundente a las redes mafiosas que lucran con la salud y la vida de la población, al impedir que más de 24 millones de unidades de medicamentos adulterados llegaran a manos de ciudadanos que, engañados, los consumen como si fueran recetados por médicos.
El decomiso de cigarrillos, alcohol y estimulantes adulterados pone en evidencia la magnitud del tráfico ilícito que se mueve en la frontera con Haití. Pese a ello, las penas contempladas en la legislación dominicana continúan siendo consideradas leves frente al impacto de estas actividades criminales. Aunque algunos responsables han sido sometidos a la justicia, los casos evidencian la necesidad de un endurecimiento de las sanciones.
En paralelo, las autoridades lanzaron una campaña de concientización bajo el lema: “Si vendes cigarrillos ilícitos, puedes buscarte un lío feo”. Con un tono directo y popular, la iniciativa busca llegar a sectores sociales donde se concentra el consumo y la venta de estos productos adulterados, con el objetivo de frenar su circulación y reducir el daño a la salud pública.
El esfuerzo refleja una estrategia más amplia de control y prevención, que combina incautaciones, sanciones legales y campañas educativas. Especialistas en salud pública señalan que estas acciones deben mantenerse en el tiempo para reducir el mercado de productos ilícitos, proteger a la población y limitar las ganancias de estructuras criminales que, en muchos casos, tienen conexiones internacionales.