Apple ha decidido pausar el desarrollo de la versión más ligera y accesible de su dispositivo de realidad mixta, conocida internamente como Vision Air (o el proyecto N100), para concentrar esfuerzos en el diseño de gafas inteligentes con capacidades de inteligencia artificial. Aunque Vision Pro sigue vivo como la apuesta de gama alta, Apple ha reasignado ingenieros y recursos que antes trabajaban en Vision Air hacia esta nueva línea wearable más liviana.
La decisión responde a varios factores de mercado y estrategia. Por un lado, el Vision Pro, lanzado en 2024 con un precio de 3.499 USD, no ha alcanzado la adopción masiva que Apple esperaba, en parte por su costo elevado, peso y la escasa oferta de contenido mainstream. Por otro, la industria de gafas inteligentes liderada ahora por productos como las Ray-Ban de Meta ha ido ganando terreno como una categoría de uso diario más práctica y aceptable para consumidores comunes. En ese contexto, Apple parece apostar a que el futuro de los wearables de realidad aumentada (AR) pasa por dispositivos más ligeros, cómodos y cotidianos, en lugar de cascos voluminosos.
Según los reportes, Apple trabaja actualmente en al menos dos modelos de gafas inteligentes. El primero, identificado como “N50”, funcionaría en conjunto con el iPhone y carecería de su propia pantalla es decir, un dispositivo de complemento o extensión del ecosistema Apple. El segundo modelo, más ambicioso, incluiría una pantalla integrada (probablemente en el lente) para mostrar información visual directamente al usuario. Inicialmente este modelo con pantalla estaba previsto para 2028, pero Apple estaría acelerando su desarrollo para competir directamente con las gafas con display que ya está lanzando Meta.
Este cambio de foco también implica una reestructuración interna. Las personas asignadas al proyecto Vision Air/N100 estarían siendo reubicadas hacia los equipos de gafas inteligentes, con el objetivo de adelantar plazos y agilizar la innovación. Aun así, Apple no habría abandonado totalmente el Vision Pro se rumorea que tiene planificada una versión de actualización con chip M5 como “refresh moderado” para mantener vigente la línea de realidad mixta premium. Esta jugada sugiere que Apple pretende tener una gama escalonada: dispositivos premium (Vision Pro) para experiencias inmersivas y gafas para uso diario más ligero.
En resumen, Apple ha cambiado su estrategia: del ambicioso pero menos accesible proyecto Vision Air pasa a priorizar las gafas inteligentes como el próximo gran paso en wearables AR. La compañía parece convencida de que el mercado maduro y las expectativas de los consumidores no apuntan ya a cascos voluminosos sino a accesorios que integren IA, visión computacional, comandos de voz y conexión constante con el ecosistema móvil. Si logra ejecutar bien esta transición, podría colocarse en la delantera de la nueva generación de dispositivos de realidad aumentada y competir cara a cara con Meta y otros actores emergentes.