Los bombardeos sobre la Franja de Gaza continúan sin pausa, pese a los recientes anuncios del gobierno israelí sobre una posible reducción de su ofensiva. El grupo islamista Hamás denunció este sábado que las operaciones militares israelíes no se han detenido y acusó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de “mentir” al afirmar que las acciones contra la población civil habían disminuido.
Según informó la agencia EFE, el movimiento palestino aseguró que los ataques aéreos y redadas terrestres de Israel han dejado al menos setenta muertos desde la madrugada del sábado. En un comunicado, Hamás calificó las incursiones de “salvajes” y pidió a la comunidad internacional ejercer toda la presión posible para detener lo que calificó como una “guerra de exterminio y hambruna” que afecta a Gaza desde hace dos años.
Las declaraciones del grupo se produjeron luego de que su administración en Gaza acusara a Israel de ignorar el llamado a un alto al fuego anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, así como la respuesta “positiva” de Hamás a su plan de paz. Según el gobierno gazatí, el ejército israelí ha continuado bombardeando zonas residenciales pese a los compromisos públicos de reducir la ofensiva.
Mientras tanto, el presidente Trump anunció que Israel habría aceptado establecer una “línea de retirada inicial” dentro del territorio de Gaza, un paso previo a un cese al fuego inmediato y a la liberación de todos los rehenes aún retenidos por el grupo islamista. Sin embargo, sobre el terreno, testigos y corresponsales de EFE constataron que los ataques persistían en la capital gazatí, contradiciendo los reportes de la prensa israelí que hablaban de un “modo defensivo” del ejército.
Hamás reiteró el viernes su disposición a liberar a todos los cautivos vivos o muertos bajo su control, como parte de una negociación más amplia para aplicar el plan de paz propuesto por Washington. No obstante, el recrudecimiento de los ataques aéreos ha puesto en duda la viabilidad de ese acuerdo, mientras la población civil continúa atrapada entre el fuego cruzado y una crisis humanitaria cada vez más aguda.








