Un equipo de investigadores del University College de Londres (UCL) y del Imperial College consiguió observar, por primera vez y con imágenes de alta resolución, el proceso exacto mediante el cual las polimixinas, una poderosa clase de antibióticos, logran vulnerar la coraza protectora de la bacteria Escherichia coli y provocar su destrucción.
Según informó el medio especializado Diario de Salud, los científicos descubrieron que las polimixinas generan una serie de “bultos” en la superficie bacteriana, estimulando una producción acelerada y descontrolada de su capa externa. Este fenómeno termina debilitando la estructura celular hasta que el antibiótico logra penetrar y destruir el microbio.
“Es como si la célula se viera obligada a fabricar ‘ladrillos’ tan rápido que su muro termina colapsando”, explicó la investigadora Carolina Borrelli, coautora del estudio.
El hallazgo también reveló un detalle sorprendente: las polimixinas solo funcionan cuando las bacterias están activas. En otras palabras, si los microorganismos entran en un estado de hibernación, el antibiótico pierde efectividad. “Hemos demostrado que estas drogas dependen de la actividad de la propia bacteria para funcionar”, señaló el doctor Andrew Edwards, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres.
Este descubrimiento representa un paso significativo en la lucha contra las infecciones resistentes a los antibióticos, un problema de salud pública mundial que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), causa más de un millón de muertes al año. Los investigadores británicos consideran que la visualización del proceso podría servir de base para desarrollar terapias combinadas, en las que se use un medicamento para “despertar” a las bacterias dormidas antes de aplicar las polimixinas.
De confirmarse en futuros estudios, esta estrategia podría ayudar a restaurar la eficacia de antibióticos antiguos frente a cepas resistentes y a mejorar la supervivencia de pacientes con infecciones graves.
“Comprender cómo actúan las polimixinas es crucial para diseñar tratamientos más precisos y reducir los fracasos terapéuticos”, añadieron los autores.
Con este avance, la ciencia da un nuevo paso hacia la comprensión del funcionamiento de los antibióticos y la posibilidad de recuperar su poder frente a las bacterias más desafiantes de la medicina moderna.









