Con una mezcla de astucia estratégica y momentos de poder inesperado, los Cerveceros de Milwaukee dieron un paso firme hacia la Serie de Campeonato al vencer 7-3 a los Cachorros de Chicago en el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional. En una noche encendida en el American Family Field, el conjunto local aprovechó los batazos grandes para colocarse arriba 2-0 en la serie al mejor de cinco.
Según MLB.com, la hazaña de Milwaukee tuvo matices históricos. En más de medio siglo de postemporadas, la franquicia nunca había conectado un jonrón con más de un corredor en base. Pero el lunes rompieron esa marca con dos cuadrangulares de tres carreras, ambos decisivos para el triunfo y para apagar cualquier intento de reacción de los Cachorros.
Andrew Vaughn, quien no sacaba la bola desde mediados de agosto, respondió de inmediato al jonrón de tres carreras de Seiya Suzuki en el primer episodio con un tablazo que igualó el marcador. Más tarde, el venezolano William Contreras dio ventaja a los Cerveceros con un cuadrangular solitario en el tercero, y su compatriota Jackson Chourio sentenció el juego con otro bambinazo de tres rayas, conectando una recta de 101.4 mph, la más rápida convertida en jonrón desde que se registran lanzamientos en postemporada (2008).
La victoria tuvo mucho de planificación. Sin suficientes abridores disponibles, el mánager Pat Murphy diseñó un “juego de bullpen” donde cada brazo tenía un rol específico. El joven Jacob Misiorowski se robó el protagonismo con una actuación dominante: nueve outs en 57 lanzamientos, 31 de ellos superando las 100 mph. Su control y temple bajo presión dieron estabilidad a un plan que, tras el jonrón de Suzuki, parecía destinado al desastre.
“Los jonrones se lanzan, no se fabrican”, dijo Murphy, satisfecho con la capacidad de su equipo para adaptarse a cualquier escenario. Y vaya si lo hicieron: Milwaukee, un club que terminó en el puesto 22 de MLB en cuadrangulares durante la temporada regular, encontró la forma de usar el poder como su mejor defensa.
El triunfo coloca a los Cerveceros en una posición inmejorable. De los equipos que han tomado ventaja de 2-0 en una serie divisional al mejor de cinco, casi el 90% ha terminado avanzando. Con ese respaldo estadístico y un cuerpo de lanzadores que combina juventud con disciplina, Milwaukee parece decidido a escribir una nueva página en su historia de octubre.
Ahora la serie se traslada al Wrigley Field, donde Quinn Priester abrirá el Juego 3 con la oportunidad de sellar la clasificación. Si algo ha dejado claro este grupo es que no importa la etiqueta que lleven ni los pronósticos previos: los Cerveceros saben cómo competir, y sobre todo, cómo sorprender.