La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este miércoles que el brote de ébola declarado el pasado 4 de septiembre en la provincia de Kasai, en el centro de la República Democrática del Congo (RDC), ha causado hasta el momento 43 muertes y 64 casos registrados. A pesar de la gravedad de la situación, los indicadores más recientes apuntan a que la transmisión podría estar bajo control.
Según datos difundidos por la agencia EFE a partir del último comunicado de la OMS, hasta el 5 de octubre se habían confirmado 53 contagios y otros 11 casos considerados probables, todos concentrados en la zona sanitaria de Bulape y la ciudad de Diloko. Las cifras reflejan una tasa de letalidad del 67,2 %, un porcentaje que mantiene a las autoridades sanitarias en alerta.
El organismo internacional destacó que no se han reportado nuevos casos confirmados ni probables en los últimos diez días, lo que sugiere que las medidas de contención aplicadas por el Gobierno congoleño y sus socios internacionales comienzan a dar resultado. Sin embargo, una de las víctimas más recientes fue un neonato de apenas tres semanas, hijo de una paciente infectada, lo que demuestra que el virus sigue representando un riesgo elevado.
Este brote el decimosexto en la historia del país desde que se identificó el virus en 1976 es el primero registrado en la provincia de Kasai desde 2008. Las estadísticas oficiales revelan que las mujeres representan el 57,8 % de los casos, seguidas por los niños menores de nueve años (25 %) y los adultos jóvenes entre 20 y 29 años (23,4 %). Además, cinco trabajadores sanitarios han sido infectados, tres de ellos fallecidos.
Las autoridades locales, con apoyo de la Unión Africana y la OMS, mantienen un estricto sistema de vigilancia que incluye el rastreo de todos los contactos directos e indirectos de los enfermos y fallecidos, además de campañas de vacunación dirigidas a las zonas de riesgo. Esta estrategia ha sido clave para romper las cadenas de transmisión en anteriores emergencias.
El ébola, una enfermedad viral con síntomas hemorrágicos severos, se transmite por contacto directo con fluidos corporales de personas o animales infectados. De acuerdo con la OMS, su tasa de mortalidad oscila entre el 60 % y el 80 %, lo que convierte cada brote en una amenaza de alto impacto sanitario y social.
Aunque la situación actual parece estabilizarse, los especialistas advierten que el control completo solo podrá confirmarse tras 42 días sin nuevos casos, equivalente a dos ciclos de incubación del virus. Por ahora, el mensaje es de prudencia y esperanza la experiencia adquirida en anteriores crisis ofrece al país una ventaja crucial para evitar que el ébola vuelva a extenderse más allá de Kasai.








