La Santa Sede puso punto final a una discusión teológica que llevaba décadas dividiendo a estudiosos y fieles la Virgen María no comparte con Jesucristo el papel redentor sobre la humanidad. Así lo establece un reciente documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que descarta definitivamente la posibilidad de proclamar un nuevo dogma sobre la corredención mariana.
Según la agencia EFE, el prefecto del organismo, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, presentó el texto Mater Populi Fidelis, donde se revisan los distintos títulos atribuidos a María a lo largo de los siglos. El documento aclara que no puede considerarse “redentora”, “mediadora” ni fuente de gracia, dado que estas funciones corresponden únicamente al Hijo de Dios.
El texto sostiene que llamar “corredentora” a la Virgen corre el riesgo de oscurecer “la única mediación salvífica de Cristo”, una expresión que ha generado confusión dentro del ámbito teológico. Fernández subraya que, en sentido estricto, “no existe otra mediación en la gracia que la de Jesús encarnado”, y que el papel de María debe entenderse como acompañamiento espiritual y disposición hacia la vida de fe.
El debate sobre esta cuestión ha sido especialmente intenso entre los llamados mariólogos, especialistas en el estudio teológico de la madre de Jesús. Durante años, grupos de católicos tradicionalistas han defendido la idea de proclamar a María como corredentora, incluso promoviendo campañas internacionales con millones de firmas para solicitar la aprobación de un nuevo dogma.
Sin embargo, la posición oficial de la Iglesia se mantiene firme. El documento recuerda que los dogmas marianos ya reconocidos la Inmaculada Concepción, la Virginidad perpetua, la Maternidad divina y la Asunción son suficientes para expresar el papel excepcional de María en la historia de la salvación.
Aunque papas como Juan Pablo II utilizaron ocasionalmente el término corredentora, sus sucesores evitaron consolidarlo. En 2019, el papa Francisco calificó las insistencias sobre nuevos dogmas marianos como tonteras, reafirmando así la orientación doctrinal que hoy se consolida con esta declaración oficial.
La decisión cierra un capítulo de más de medio siglo de discusiones, desde que en 1996 el Congreso Mariológico Internacional celebrado en Polonia rechazara la propuesta de introducir la corredención como dogma. Con Mater Populi Fidelis, el Vaticano busca preservar la claridad teológica sobre la figura de María, reconociendo su cercanía espiritual sin alterar la centralidad redentora de Cristo.








