El rey emérito Juan Carlos I volvió a Galicia este miércoles para participar en una nueva competición de vela, retomando así una de sus pasiones más constantes pese a los años y la distancia. Su llegada a Sanxenxo, a bordo de un vuelo privado procedente de Portugal, volvió a despertar la atención mediática por coincidir con el lanzamiento internacional de su libro de memorias, Reconciliación.
Según la agencia EFE, el monarca emérito aterrizó en el aeropuerto de Vigo y viajó por carretera hasta la localidad pontevedresa donde competirá este fin de semana con su embarcación Bribón, actual campeona de la Liga Nacional de seis metros. Este regreso, uno más desde que se instalara en Abu Dabi en 2020, ocurre en paralelo a la publicación en Francia de su autobiografía, que promete abrir viejas heridas dentro y fuera de la Casa Real.
En Reconciliación, Juan Carlos I asume haber cometido errores, entre ellos aceptar el controvertido regalo de cien millones de dólares del rey de Arabia Saudí. También expresa sin reservas su admiración por el dictador Francisco Franco, a quien atribuye haberle permitido convertirse en monarca. Con 87 años, el emérito se muestra nostálgico del país que gobernó y al que asegura desear regresar cuando las circunstancias lo permitan.
El libro repasa episodios decisivos de su vida, como el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, cuando según relata comprendió que “la historia de España se jugaba en ese momento preciso”. Además, aborda los rumores sobre su vida personal, reconociendo “desvíos sentimentales” pero negando que hayan interferido con sus obligaciones institucionales. “La mayoría de las historias que circulan son ficticias”, insiste en el texto, y lamenta que haya tenido que recurrir a abogados para frenar las especulaciones sobre supuestos hijos ilegítimos.
Desde su abdicación en favor de Felipe VI en 2014 y su partida al extranjero seis años después, Juan Carlos I ha mantenido una relación distante pero visible con España. Cada visita a Galicia donde se siente particularmente libre entre regatas y amigos reaviva tanto el afecto de algunos como las críticas de quienes consideran que aún debe rendir cuentas por sus conductas pasadas.
Más allá de la polémica, su retorno vuelve a situarlo en el foco público, justo cuando su voz escrita intenta redefinir el legado de una figura que, entre la gloria y la sombra, sigue marcando la historia reciente de la monarquía española.








