La posibilidad de que Ucrania regrese a las urnas en medio del conflicto bélico volvió a colocarse sobre la mesa tras las declaraciones del presidente Volodímir Zelenski, quien se mostró dispuesto a activar un proceso electoral si se garantiza la seguridad necesaria para organizarlo. El debate revive en un país que lleva más de dos años marcado por bombardeos, desplazamientos internos y una institucionalidad sometida a presiones extraordinarias.
Según la agencia EFE, Zelenski sostuvo que tanto Estados Unidos como los principales socios europeos podrían asegurar las condiciones mínimas para celebrar unos comicios que, de concretarse, iniciarían un nuevo ciclo político en un escenario profundamente transformado por la guerra. El mandatario explicó que, con el respaldo internacional adecuado, Ucrania estaría lista para montar unas elecciones en un plazo de entre 60 y 90 días.
El presidente adelantó que ya solicitó al Parlamento propuestas para modificar la legislación electoral, cuyo marco actual impide organizar votaciones bajo la vigencia de la ley marcial. En su planteamiento, dejó claro que espera recibir sugerencias de los diputados y comentarios de los aliados occidentales antes de dar el paso definitivo para convocar una cita con las urnas. El interés en ajustar la normativa responde a una realidad política compleja: el mandato presidencial, iniciado en 2019, se extendió automáticamente en mayo de 2024 debido a que la Constitución prohíbe comicios mientras el país se encuentra bajo condiciones de guerra.
Durante meses, tanto el Gobierno como figuras influyentes de la sociedad civil consideraban que era prácticamente inviable en lo logístico y en lo humano desplegar una campaña electoral mientras siguen los ataques rusos y millones de ucranianos permanecen desplazados. Sin embargo, el comentario reciente del presidente estadounidense Donald Trump, quien aseguró que Kiev “está utilizando la guerra para no celebrar elecciones”, sumó presión al debate. Sus declaraciones reavivaron cuestionamientos sobre la legitimidad política del Ejecutivo ucraniano en tiempos de conflicto, una discusión que sigue creciendo en el entorno internacional.
Expertos en derecho constitucional señalan que, incluso con apoyo externo, organizar elecciones durante un conflicto activo implica retos de enorme magnitud habilitar colegios electorales en zonas atacadas, garantizar el voto seguro de militares en el frente y permitir que los desplazados internos o refugiados en Europa ejerzan sus derechos. Instituciones europeas como el Consejo de Europa han alertado en ocasiones previas sobre la necesidad de procesos transparentes y verificables para cualquier elección en contextos de guerra.
Zelenski insiste en que la prioridad es asegurar que cualquier comicio refleje la voluntad real del electorado, en un momento en que el ánimo social oscila entre el cansancio por la guerra y el deseo de estabilidad. Su apuesta por una reforma legal abre un nuevo capítulo en la política ucraniana, donde la pugna entre demandas democráticas y condiciones bélicas seguirá marcando el ritmo de las decisiones.
