Un nuevo giro en el panorama judicial estadounidense mantiene bajo presión a la cúpula vinculada a la histórica empresa de lucha libre profesional. Un grupo de hombres que asegura haber sufrido abusos en su adolescencia logró que sus reclamos sigan su curso en los tribunales, reavivando un capítulo oscuro que la industria arrastra desde hace décadas.
Según informó EFE, el juez federal James K. Bredar rechazó las maniobras legales presentadas por Vince McMahon y su esposa, Linda McMahon actual secretaria de Educación, quienes buscaban archivar las imputaciones que los relacionan con la supuesta omisión de medidas para detener los abusos denunciados.
El fallo, extendido en 48 páginas, detalla que aunque algunas acusaciones fueron descartadas sin perjuicio, el expediente conserva suficiente contenido para justificar que el proceso avance. Esta decisión abre paso a una exploración más profunda de los hechos alegados por los llamados “chicos del ring”, quienes sostienen que durante los años 80 fueron víctimas de agresiones sexuales perpetradas por el anunciador Mel Phillips y otras figuras asociadas a la WWE. Relatan que realizaban tareas menores para la empresa desde recados hasta labores de asistencia, lo que los colocaba en situaciones de vulnerabilidad dentro del entorno corporativo.
El caso, además de remover heridas aún abiertas, se añade a una acumulación de riesgos legales para Vince McMahon. El empresario se apartó de la organización a inicios de 2024 tras enfrentar otro proceso independiente por presunto tráfico sexual, un episodio que ya había estremecido a la industria del entretenimiento deportivo.
La continuidad de esta demanda promete mantener la atención pública en la manera en que grandes corporaciones manejan denuncias de abuso, un asunto que en los últimos años ha sido objeto de reformas, investigaciones federales y crecientes exigencias de transparencia. Organizaciones de protección infantil en Estados Unidos han insistido en que estos procesos ayudan a visibilizar patrones de impunidad que por mucho tiempo se normalizaron en espacios de poder, aun cuando los hechos ocurrieran décadas atrás.
Mientras el tribunal avanza hacia nuevas audiencias, la expectativa se centra en determinar cuánta evidencia sobrevivirá al escrutinio judicial. Para los demandantes, el simple hecho de que el proceso no haya sido archivado representa un paso significativo en la búsqueda de justicia.








