La República Dominicana atraviesa un momento económico que no pasa desapercibido en la región. En medio de un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas, inflación persistente y ajustes monetarios, el país logra mantener un ritmo de crecimiento y estabilidad que despierta atención más allá de sus fronteras.
Ese fue el eje central del “Conversatorio sobre el contexto económico contemporáneo”, celebrado por el Ministerio de Hacienda y Economía en coordinación con el Centro de Análisis para Políticas Públicas. Según informó Presidencia, el encuentro contó con la participación del economista chileno Felipe Larraín, quien ofreció una lectura amplia del panorama macroeconómico global, regional y de los desafíos específicos que enfrenta la economía dominicana.
Ante un auditorio integrado por economistas, académicos, comunicadores y funcionarios públicos, Larraín subrayó que el país exhibe uno de los crecimientos más altos y sostenidos de América Latina. Proyectó que para el próximo año la economía dominicana podría expandirse por encima del 4.5 %, una cifra que contrasta con el desempeño más moderado de varias economías de la región.
El análisis también puso el foco en factores que, combinados, refuerzan la confianza: una inflación contenida, un Banco Central con credibilidad y autonomía, estabilidad política y social, así como una hoja de ruta clara hacia 2036 con metas de desarrollo consideradas alcanzables. A eso se suma el avance sostenido del PIB per cápita, la reducción del desempleo y de la informalidad laboral, y una caída progresiva de los niveles de pobreza en comparación con países pares.
Desde la óptica del especialista, estos indicadores colocan a la República Dominicana en una coyuntura poco común. Con el manejo adecuado, afirmó, el país tiene la posibilidad real de dar el salto hacia una economía desarrollada en un horizonte de cinco a diez años, siempre que preserve el clima de estabilidad institucional que ha caracterizado el período reciente.
Larraín fue más allá del diagnóstico y planteó recomendaciones concretas. Insistió en la necesidad de fortalecer la institucionalidad fiscal mediante una regla fiscal eficiente, la creación de un Consejo Fiscal Autónomo con funciones consultivas, el desarrollo de fondos soberanos y la adopción de un marco fiscal con visión de mediano y largo plazo. Medidas que, a su juicio, servirían como anclas de confianza frente a eventuales choques externos.
Durante el conversatorio, celebrado en la sala Jesús María Troncoso del Banco Central, el ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, valoró la importancia de contrastar el desempeño local con el entorno global, especialmente en un momento en que muchas economías enfrentan presiones significativas. En la misma línea, el ministro de Industria y Comercio, Víctor “Ito” Bisonó, resaltó que el país se mantiene como un destino atractivo para la inversión, con dinamismo productivo y el crecimiento más vigoroso del continente.
La trayectoria del conferencista reforzó el peso del análisis presentado. Felipe Larraín es doctor en Economía por la Universidad de Harvard, exministro de Hacienda de Chile en dos períodos y asesor de múltiples gobiernos y organismos internacionales como el BID, el Banco Mundial y el FMI. Entre sus hitos figura el liderazgo en la emisión del primer bono verde soberano de las Américas en 2019, una experiencia que conecta con los actuales debates sobre sostenibilidad fiscal y financiera.
Más allá de las cifras, el encuentro dejó un mensaje claro: el reto no está solo en crecer, sino en consolidar reglas, instituciones y consensos que permitan convertir el buen momento económico en desarrollo duradero.








