La catalana Rosalía vuelve a cruzar la línea que separa la música de la moda esta vez de la mano de New Balance, que la acaba de nombrar su embajadora global. Con la movida, la marca estadounidense suma a su roster a una de las voces más influyentes del pop latino y refuerza su discurso de “independencia creativa” justo cuando el mercado deportivo vive una feroz competencia.
Según la agencia EFE, el fichaje destaca “su sentido dinámico de la moda” y la conexión cultural que genera en todo el mundo. La propia artista, fiel a su estilo espontáneo, confesó que llevaba años usando la firma y que la colaboración “le resulta emocionante”.
No es la primera aventura de la cantante en las grandes ligas del lujo: en 2024 se convirtió en rostro del icónico bolso Lady Dior, consolidando un historial de alianzas que trascienden géneros y geografías.

Una jugada que va más allá de las zapatillas
Para New Balance, el timing es perfecto. La compañía cerró 2024 con ventas de US $7.8 mil millones un salto del 20 % y su cuarto año consecutivo de crecimiento de doble dígito, según datos compartidos por su presidente Chris Davis. Tal rendimiento se sustenta en una estrategia híbrida: firme en el alto rendimiento (atletas como Bukayo Saka y Coco Gauff) y agresiva en el lifestyle, donde las colaboraciones con figuras de la cultura pop se han vuelto clave.
La llegada de Rosalía apunta directamente a ese segundo frente. Su estética “motomami”, urbana y experimental, encaja con la narrativa que la marca viene empujando: autenticidad sin filtros y cruce de disciplinas. Así, la firma de Boston se diferencia de gigantes como Nike y Adidas, que suelen apostar por acuerdos más tradicionales con deportistas o celebridades mainstream.
Impacto regional y proyección global
Para República Dominicana y el resto del Caribe donde la música urbana domina playlists y la moda deportiva sigue en auge la alianza puede traducirse en colecciones cápsula, activaciones digitales y, claro, dinamismo en ventas. El mercado latino representa cerca del 10 % de los ingresos de New Balance, según estimaciones de Euromonitor, y la popularidad de Rosalía en la región ofrece una vía directa para ampliar cuota.
¿Qué podemos esperar?
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Lanzamientos limitados: se rumora una línea de calzado y apparel inspirada en los ensayos visuales de “Motomami”, aprovechando la influencia de Rosalía en TikTok y Reels.
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Eventos híbridos: performances íntimas combinadas con pop-up stores, una fórmula que ya probaron marcas rivales con artistas como Bad Bunny y Karol G.
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Contenido inmersivo: New Balance experimenta con realidad aumentada; la presencia de una embajadora con estética tan marcada refuerza ese laboratorio creativo.
En un sector donde la línea entre deporte, moda y entretenimiento es cada vez más borrosa, la unión entre Rosalía y New Balance no es solo otra campaña es un mensaje claro de hacia dónde se mueven las marcas que quieren seguir siendo relevantes. Y como diría cualquier dominicano al ver esta jugada ¡tamo’ alante!








