El “Conejo Malo” volverá a poner la isla en el centro del mapa cultural con su residencia No Me Quiero Ir De Aquí, un maratón de treinta funciones en el Coliseo de Puerto Rico que se extenderá del 11 de julio al 14 de septiembre y que ya se perfila como la mayor inyección económica del verano.
Según la agencia EFE, un estudio de Advantage Business Consulting calcula que el ciclo generará US$377 millones y provocará la creación de 3 642 empleos directos, indirectos e inducidos, más del 80 % concentrados en San Juan, donde el impacto rondará los US$302 millones. El informe también proyecta US$36 millones en ingresos fiscales para el Gobierno de Puerto Rico, de los cuales US$2,3 millones engrosarán la tesorería municipal capitalina.
Las cifras llegan como un bálsamo en temporada baja. Plataformas como Airbnb reportan un aumento de 140 % en las búsquedas de alojamiento dentro y fuera del área metropolitana desde Guaynabo hasta Mayagüez, señal de que el fenómeno arrastrará visitantes a todo el país y dinamizará negocios que normalmente sufren en estos meses.
Para evitar que la avalancha se convierta en caos, el Ayuntamiento de San Juan movilizará 125 policías municipales, reforzará la limpieza de zonas turísticas y animará seis estaciones del Tren Urbano con música en vivo. Además, habilitará quioscos gastronómicos en el “trocadero” frente al coliseo y activará focos de consumo en la Placita de Santurce, Río Piedras y el Viejo San Juan, donde se espera un goteo constante de fanáticos cada fin de semana.
La residencia también ha atraído a marcas globales. La firma de cuidado personal Method convertirá los baños del coliseo en “experiencias sensoriales” bajo la campaña pa’l recuerdo, subrayando cómo la cultura boricua se vuelve argumento de marketing cuando Bad Bunny está de por medio.
No es la primera vez que el artista dispara los indicadores económicos. En 2022 su World’s Hottest Tour y El Último Tour del Mundo recaudaron juntos US$435 millones, rompiendo el récord anual de taquilla y demostrando que la música latina puede mover dinero al nivel de los gigantes anglosajones.
El impacto de 2025, sin embargo, se medirá en el contexto de un sector turístico que viene de alcanzar US$9,8 mil millones en ingresos en 2024, su mejor marca histórica, gracias a campañas de mercadeo agresivas y al auge de los cruceros. Con esos antecedentes, los US$377 millones que promete Bad Bunny equivalen a sumar, en solo dos meses, casi un 4 % extra a los ingresos turísticos anuales.
Más allá de los números, la residencia funciona como vitrina de identidad mezcla ritmos de salsa y plena con reguetón, exhibe marcas locales y, sobre todo, reafirma el mensaje que el propio Benito Martínez ha repetido en entrevistas recientes “Si la isla crece, crecemos todos”. Con un aparato logístico robusto y los bolsillos listos para recibir divisas, Puerto Rico parece dispuesto a demostrar que el mayor espectáculo de Bad Bunny no siempre ocurre sobre el escenario, sino en la economía real que se enciende a su alrededor.
