El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió este martes que cualquier pacto de paz en Ucrania deberá garantizar “los intereses de seguridad” de Moscú. En una entrevista con la televisora rusa, Lavrov recalcó que un arreglo duradero es inviable si no se contemplan plenamente los derechos de los ciudadanos rusos y rusohablantes en el territorio ucraniano.
En un segundo plano de análisis, la agencia CDN reportó que estas declaraciones se producen un día después del encuentro en Washington entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, cita que cobra relevancia en el contexto de las negociaciones internacionales.
Al profundizar sobre la posible cumbre entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, Lavrov indicó que cualquier reunión deberá prepararse “minuciosamente”, sin ofrecer fechas concretas ni adelantar una agenda. Este requerimiento de rigor aparece después de intentos de mediación previos, como los Acuerdos de Minsk, que no lograron frenar la escalada del conflicto.
El trasfondo de estas nuevas condiciones se inscribe en un momento de intensificación del gasto militar global. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el presupuesto de defensa ruso en 2024 alcanzó los 149 000 millones de dólares, un alza del 38 % respecto al año anterior. Este incremento subraya la prioridad que Moscú otorga a su seguridad estratégica y explica por qué exige garantías explícitas antes de cualquier diálogo de paz.
El desafío ahora es lograr un equilibrio entre las legítimas preocupaciones de Ucrania por recuperar su integridad territorial y las demandas de seguridad de Rusia. Las próximas semanas podrían ser decisivas: Occidente vigila de cerca, mientras los actores locales evalúan si la diplomacia conseguirá finalmente un alto el fuego estable o si, por el contrario, el conflicto se prolongará.
