Paraguay, conocido como el “Corazón de América”, ha sido escenario de la segunda edición de los Juegos Panamericanos Junior, una cita que reunió a más de 4,000 atletas de 41 países. A solo dos días de su cierre, el evento ya deja estampas deportivas y humanas que quedarán grabadas en la memoria del continente.
Según la agencia EFE, las jornadas en Asunción han estado cargadas de emociones, con episodios que van desde gestas deportivas hasta situaciones insólitas que reflejan la intensidad de la competencia.
Uno de los momentos más destacados fue el empate histórico en los 50 metros libre de natación, donde la brasileña Stephanie Balduccini y la colombiana Isabella Bedoya compartieron el oro con un tiempo idéntico de 25.42 segundos. El resultado, inusual en la disciplina, no solo significó doble medalla dorada, sino también un récord panamericano junior y la clasificación directa a Lima 2027.
El romanticismo también tuvo su espacio en el tatami de judo. Allí, el argentino Braian Rodríguez sorprendió a su novia, la peruana Kimberly Rivera, con una propuesta de matrimonio en plena competición, desatando aplausos y lágrimas entre los presentes.
El clima extremo no detuvo la marcha atlética. Bajo intensas lluvias y tormentas eléctricas, el colombiano Miguel Peña brilló en los 20,000 metros, imponiendo su mejor marca personal (1h23:06) y superando a sus rivales de Ecuador y México.
No todo fue celebración. Una polémica estalló en el ciclismo tras la descalificación del argentino Mateo Kalejman, inicialmente ganador en la contrarreloj individual. La medida, tomada por supuestas irregularidades técnicas en su bicicleta, favoreció al colombiano Samuel Flórez, pero generó reclamos de “boicot” por parte de la delegación argentina.
En paralelo, la política y el deporte volvieron a cruzarse cuando se confirmó el abandono de cuatro atletas cubanos, quienes no regresaron a la concentración de su delegación. Autoridades paraguayas sugirieron que se trataba de un caso de deserción, una situación que ha marcado otros eventos internacionales en el pasado.
Con estos episodios, los Juegos Panamericanos Junior de Asunción 2025 no solo han servido como vitrina para las futuras estrellas del deporte continental, sino también como un recordatorio de que el deporte es capaz de generar historias que trascienden el medallero y se convierten en parte de la memoria colectiva.
