Moscú ha decidido reforzar su presencia en el escenario internacional del Asia-Pacífico, un espacio que se consolida como eje central de la economía mundial. Así lo expresó el presidente ruso, Vladímir Putin, en un mensaje dirigido a los asistentes del X Foro Económico Oriental, que se celebra del 3 al 6 de septiembre en Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Según informó la agencia EFE, el mandatario aseguró que Rusia está dispuesta a dialogar con todos los actores interesados en construir un sistema de cooperación basado en la igualdad y el respeto de los intereses de cada nación. Este planteamiento responde al interés del Kremlin en proyectar una imagen de socio confiable en un momento en que Occidente mantiene fuertes tensiones con Moscú.
Putin subrayó que el desplazamiento del centro de la actividad económica mundial hacia el Asia-Pacífico abre oportunidades inéditas para estrechar vínculos no solo de manera bilateral, sino también en el marco de alianzas multilaterales como la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y el bloque de los BRICS. Ambas plataformas se presentan como alternativas al orden internacional liderado por Estados Unidos y la Unión Europea.
El foro, que reúne a representantes gubernamentales, líderes empresariales, expertos y actores sociales de decenas de países, busca debatir propuestas que impulsen nuevas dinámicas de cooperación. Para Rusia, este escenario es clave: le permite fortalecer su presencia en un mercado que concentra casi el 60 % del PIB global y que avanza en la construcción de una arquitectura propia de integración.
En ese contexto, analistas internacionales señalan que la estrategia rusa no solo busca ampliar oportunidades comerciales, sino también equilibrar las tensiones geopolíticas que han limitado su acceso a los mercados occidentales tras la guerra en Ucrania. Con ello, Moscú intenta demostrar que su margen de acción va más allá de Europa y que el futuro económico del planeta se juega cada vez más en el Pacífico.








