Santo Domingo amanece este jueves 28 de agosto con un cielo mayormente nublado y temperaturas que rondan los 29 grados Celsius. Desde primeras horas se han observado incrementos en la nubosidad, acompañados de un ambiente húmedo que anticipa una jornada inestable. Las condiciones meteorológicas apuntan a que el día estará caracterizado por chubascos ocasionales y tormentas eléctricas, especialmente hacia el mediodía y la tarde.
Durante la mañana se esperan intervalos de sol entre nubes densas, pero a partir del mediodía el calor se intensificará, alcanzando máximas de hasta 33 grados. Este incremento de temperatura, combinado con la humedad propia de la temporada, elevará la sensación térmica a niveles sofocantes. Además, se prevé un repunte en la actividad de tormentas eléctricas, lo que podría alterar el desarrollo de las actividades cotidianas en la capital.
La tarde será particularmente propensa a lluvias acompañadas de truenos y ráfagas de viento, fenómeno que podría repetirse en distintas zonas del Distrito Nacional y alrededores. Estas precipitaciones intermitentes contribuirán a mitigar levemente el calor, aunque se mantendrá un ambiente cargado y bochornoso. Por la noche, el pronóstico indica que las temperaturas descenderán gradualmente hasta los 24 grados, mientras se mantiene la probabilidad de chubascos aislados.
Las autoridades meteorológicas recomiendan a la población tomar precauciones, en especial a quienes transiten por áreas propensas a inundaciones repentinas. Se aconseja llevar paraguas o ropa impermeable, así como evitar permanecer en espacios abiertos durante la ocurrencia de tormentas eléctricas. También se recuerda a los conductores mantener la prudencia, ya que la lluvia puede reducir la visibilidad y complicar el tráfico en las principales avenidas de la ciudad.
En conclusión, este jueves se perfila como un día de contrastes en Santo Domingo calor sofocante en horas del mediodía y la tarde, acompañado por tormentas que podrían traer alivio momentáneo pero también ciertas complicaciones. El clima refleja la dinámica propia de la temporada en el Caribe, donde la combinación de altas temperaturas, humedad y nubes cargadas de agua configuran un escenario que exige estar atentos a los cambios repentinos.









